El mes de julio de 2025 se convirtió en el tercer julio más cálido del planeta desde que existen registros, según el boletín mensual publicado este jueves por el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S). A pesar de que fue menos caluroso que los dos años anteriores, la agencia europea advirtió que esto no significa que el cambio climático se haya frenado.

La temperatura media global del aire en superficie fue de 16.68 °C, lo que representa 0.45 °C por encima del promedio histórico entre 1991 y 2020, y 1.25 °C más que los niveles preindustriales de 1850-1900. Solo fue superado por los registros de julio de 2023 y julio de 2024, que ocupan el primer y segundo lugar respectivamente en la historia climática moderna.

“Dos años después del julio más caluroso registrado, la reciente racha de récords se ha pausado momentáneamente, pero eso no significa que la crisis climática haya terminado”, advirtió Carlo Buontempo, director de C3S.

Buontempo subrayó que el calentamiento global sigue manifestándose en fenómenos extremos como olas de calor, incendios forestales e inundaciones catastróficas registradas durante julio en distintas regiones del mundo.

“Si no estabilizamos con urgencia las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, no solo veremos nuevos récords de temperatura, sino también impactos climáticos más severos, para los que debemos prepararnos”, enfatizó.

En Europa, julio fue el cuarto más cálido registrado, con temperaturas que superaron en 1.3 °C el promedio del periodo 1991-2020. El norte del continente, especialmente la península escandinava, vivió olas de calor extremas, con récords históricos en Suecia y Finlandia, mientras que en el sureste europeo, como en Turquía, se registró una temperatura récord de 50.5 °C.

Sin embargo, regiones como Europa central, el oeste de Rusia y algunas zonas de España experimentaron temperaturas por debajo de lo habitual para la época.

Fuera del continente europeo, China y Japón registraron temperaturas más elevadas de lo normal, mientras que se detectaron anomalías térmicas a la baja en áreas de la Antártida, América, India, Australia y zonas del continente africano.

El boletín de Copernicus vuelve a encender las alertas globales sobre el impacto del calentamiento global y la necesidad urgente de medidas climáticas contundentes para evitar un mayor deterioro del planeta.