El tribunal aceptó un recurso de la fiscalía y extendió la reclusión de Toledo, de 78 años, quien ya cumple una primera orden de prisión preventiva por 18 meses mientras es juzgado por ese caso de corrupción desde octubre.
"Poder Judicial dicta 30 meses de prisión preventiva contra el expresidente Alejandro Toledo Manrique, investigado por los presuntos delitos de colusión y lavado de activos" en la investigación sobre irregularidades en la construcción de la carretera Interoceánica Sur entre Perú y Brasil, señaló la institución en la red social X.
Previamente en una audiencia virtual, Toledo reiteró ante el juez Víctor Zuñiga su súplica de ser internado en una clínica para recibir tratamiento contra un cáncer.
El expresidente está recluido desde el 23 de abril de 2023 en una pequeña prisión para exmandatarios al este de Lima, tras ser extraditado por Estados Unidos. En el presidio también está el exjefe de Estado Pedro Castillo (2021-2022).
Toledo comenzó a ser juzgado el 17 de octubre por supuestamente recibir un soborno de 35 millones de dólares. La fiscalía ha pedido 20 años y 6 meses de prisión.
En noviembre había pedido por vez primera tener acceso a una clínica para tratarse de cáncer. Sin embargo, no precisó qué tipo padece, aunque señaló que desde hace 15 años sufre de "serias enfermedades" por las que recibió tratamiento en Estados Unidos.
Según la acusación, el soborno le permitió a Odebrecht ganar una concesión para construir uno de los tramos de la vía Interoceánica Sur.
Toledo niega los cargos desde que en 2016 la constructora brasileña revelara ante la justicia de Estados Unidos un entramado de corrupción a nivel regional para obtener obras públicas.
La trama de Odebrecht salpicó a cuatro expresidentes de Perú. Además de Toledo, la fiscalía investigó a Alan García (2006-2011), quien se suicidó en 2019 antes de ser detenido, Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).
El exmandatario había sido detenido en 2019 en Estados Unidos, donde residía tras haber trabajado en la Universidad de Stanford. Inicialmente fue llevado a una prisión, pero en 2020 fue puesto bajo arresto domiciliario con una tobillera electrónica.