El expresidente estadounidense Donald Trump, candidato republicano a la presidencia para los comicios del 5 de noviembre próximo, ha estado repitiendo en su campaña una serie de asuntos sobre los migrantes en ese país. Trump ha dicho desde que los migrantes haitianos comen gatos y perros hasta que El Salvador ha vaciado sus cárceles para enviar delincuentes a Estados Unidos.

Los discursos y entrevistas de Trump durante octubre han presentado un aluvión de afirmaciones falsas sobre el tema: sobre los inmigrantes y el crimen, y El Salvador y Centroamérica no han estado ausente de sus expresiones.

Trump repitió su historia, desacreditada desde hace tiempo, sobre cómo los países latinoamericanos, incluido Honduras, Guatemala y El Salvador, se negaron a permitir que Estados Unidos deportara a criminales allí bajo la presidencia de Barack Obama, negándose incluso a permitir que los vuelos de deportación aterrizaran en sus pistas.

En 2016, el último año calendario de Obama en el cargo, ninguno de los países del Triángulo Norte estuvieron en la lista de países que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) consideraba "recalcitrantes" (poco cooperativos) a la hora de aceptar el regreso de sus ciudadanos de los EE. UU.

En el año fiscal 2016, el ICE informó que Guatemala, Honduras y El Salvador ocupaban el segundo, tercer y cuarto lugar respectivamente, como país de ciudadanía de las personas expulsadas desde los Estados Unidos.

Tan solo en 2016, 20,127 salvadoreños fueron deportados desde Estados Unidos.

En julio pasado, el candidato republicano aseguró que el crimen en Venezuela y El Salvador está cayendo, no por obra de sus gobernantes, sino porque están enviando a los criminales a Estados Unidos.

Sin mencionar nombres, confesó que "le solía gustar" un presidente que "tiene gran publicidad por ser un buen pastor de su país" y transformar a los delincuentes.
"No es así, está enviando a sus delincuentes a Estados Unidos", insistió.

Dos días después, en otro discurso, Trump dijo que "El Salvador es interesante" porque conoce al presidente Nayib Bukele, a quien describió como un "chico joven" e inteligente, que ha tenido "gran prensa" porque las tasas de criminalidad han bajado un 70 % durante su primer gobierno. Sin embargo, criticó que "están entrenando a sus criminales".

"En El Salvador, los asesinatos han bajado un 70%. Él (Bukele) dijo, sí, estamos enseñando. Él es diferente (...) Le va bien trabajando con la gente que está causando problemas y él no está trabajando con ellos. Los están tirando en Estados Unidos", reprochó.

Sobre Harris

Trump también ha dicho que su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, fue nombrada por el presidente Joe Biden como la "zar de la frontera" y dijo que "ella estaba a cargo de la frontera".

Lo cierto es que Biden nunca nombró a Harris “zar de la frontera” y tampoco estuvo a cargo de la seguridad fronteriza, una responsabilidad del Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. Lo que en realidad, Biden le dio a Harris una tarea más limitada relacionada con la inmigración en 2021, pidiéndole que liderara la diplomacia con El Salvador, Guatemala y Honduras en un intento de abordar las condiciones que llevaron a sus ciudadanos a intentar migrar a los Estados Unidos.

Harris ha estado cabildeando con empresas estadounidenses para que inviertan en el Triangulo Norte como una forma de crear empleos y desalentar la migración irregular hacia Estados Unidos.