"El que llegue a la Casa Blanca, sea (el republicano Donald) Trump o sea Kamala (Harris, demócrata), tendrá en Venezuela un gobierno revolucionario (...) con el cual tendrá que hablar, dialogar, entenderse, por las buenas , siempre por las buenas", dijo el mandatario izquierdista, proclamado reelecto para un tercer mandato de seis años entre denuncias de fraude respaldadas por Washington.
"Aquí estamos nosotros, gane quien gane allá arriba, no nos metemos en los aviones internos de Estados Unidos, sencillamente observamos, vemos y mantenemos nuestro camino", añadió Maduro durante su programa semanal de televisión.
Venezuela y Estados Unidos no tienen relaciones desde 2019, cuando Donald Trump desconoció la primera reelección del gobernante izquierdista y acribilló su gobierno con sanciones que buscaron, sin éxito, su caída.
Las punitivas incluyen un férreo embargo petrolero, que fue relajado parcialmente por su sucesor, el demócrata Joe Biden, en medio de la crisis energética provocada por las guerras en Ucrania y Medio Oriente.
Maduro insiste en que las sanciones provocaron una hiperinflación que en 2019 alcanzó un 344,000 %, además de la pérdida del 99 % de los ingresos vitales petroleros y el desplome del Producto Interno Bruto (PIB) en ese período.
Fue una "hecatombe que buscaba hacerle un daño irremediable, irreversible a Venezuela", remarcó Maduro.
Además de Estados Unidos, la reelección de Maduro, no es reconocida por la Unión Europea y varios países de Latinoamérica.
La oposición asegura que se impuso en los comicios y denuncia fraude.
Trump y Harris aprovechan las últimas horas para intentar desempatar las encuestas en unos comicios en los que más de 80 millones han votado por anticipado.