“Yo puedo dormir en la calle, puedo pasar dos o tres días sin comer, pero ella no”, dice de manera angustiada, Elizabeth, una madre salvadoreña que migró junto a su hija y su esposo en busca del “anhelado sueño americano”, pero su viaje se ha complicado porque no cuentan con recursos básicos, vivienda y permisos de transito para poder movilizarse por México, lo cual los tiene viviendo junto a caravanas de migrantes en situación de calle, sobreviviendo con la ayuda que otras personas les brindan diariamente.

La salvadoreña de 32 años, comenta que la situación de pobreza y los escasos recursos los obligaron a salir de El Salvador. Su hija de apenas 11 meses de nacida, muchas veces ni siquiera hace dos tiempos de comida, porque no tienen dinero para comprar alimento para la bebé.

“No te voy a decir que fue fácil, no, no hay nada fácil. Nos ha tocado pasar hambre, nos ha tocado pasar frío, nos ha tocado dormir en la calle, pero gracias a Dios en el camino mucha gente nos ha ayudado, más que nada por ella (la bebé), que es los más importante, porque yo puedo dormir en la calle, puedo pasar dos o tres días sin comer, pero ella no”, dijo a Diario del Sur, Elizabeth.

La familia salvadoreña explicó que sus planes son poder avanzar hasta la frontera norte de México y así poder tener la oportunidad de pedir asilo en Estados Unidos, recurso que dicen buscar principalmente por el bienestar y futuro de la menor de edad.

“Yo sé que Dios me va a hacer ese favorcito y va a hacer que yo pase. Yo no quiero entrar ilegal, como dicen, yo quiero entrar bien por mi hija, porque yo no ando sola, ando con mi hija y tengo fe de que voy a entrar”, le dijo al medio mexicano.

Así como Elizabeth, su hija y su esposo, hay miles de familias que emprenden su viaje migratorio con la esperanza de poder llegar hasta EEUU, pero en el camino la situación se complica y muchas veces tiene que soportar situación de calle, viviendo en parques, estacionamiento o plazas públicas ante la falta de dinero u apoyo de organizaciones humanitarias.