Israel lleva a cabo una campaña intensiva de bombardeos contra el movimiento islamista Hezbolá en Líbano desde el 23 de septiembre. Una semana después inició una ofensiva terrestre en el sur del país, tras casi un año de enfrentamientos transfronterizos entre el ejército y el movimiento proiraní.
El objetivo es permitir el regreso de 60,000 habitantes del norte de Israel, desplazados por los disparos de proyectiles de la milicia chiita.
Hezbolá abrió un frente contra el Estado hebreo al inicio de la guerra en Gaza el 7 de octubre de 2023 entre Israel y Hamás, en apoyo a su aliado palestino.
El bombardeo israelí cerca del aeropuerto internacional de Beirut el jueves causó "daños menores" en edificios del recinto, "pero no en la terminal", indicó a la AFP un responsable del aeródromo que pidió el anonimato.
El ministro libanés de Transporte, Ali Hamie, aseguró a la AFP que "los aviones despegan y aterrizan" sin problema.
Un fotógrafo de la AFP vio un almacén muy dañado por un bombardeo junto al muro del recinto del aeropuerto.
El ataque se produjo después de que Hezbolá anunciara el miércoles haber atacado una base militar próxima al aeropuerto de Ben Gurión, el principal de Israel.
Abu Elie, un taxista, se encontraba en el aeropuerto en el momento del ataque. "Todo el aparcamiento tembló", dijo a la AFP.
"La gente agarró sus maletas y salió corriendo", añadió e indicó que el sector estaba cubierto de una espesa humareda.
2,600 muertos
El ejército israelí continúa sus bombardeos contra Hezbolá en el sur y el este de Líbano, donde indicó que había atacado decenas de objetivos y eliminado a unos "sesenta terroristas" de la milicia chiita "en varios bombardeos en Baalbeck, en el este, y al norte del río Litani", situado a unos 30 km de la frontera israelí.El ministro de Salud libanés reportó el miércoles 40 muertos y 53 heridos en bombardeos israelíes en el este de Líbano.
Más de 2,600 personas murieron en Líbano desde el inicio de la escalada entre Israel y Hezbolá el 23 de septiembre, en su mayoría civiles, según las autoridades libanesas.
El nuevo líder de Hezbolá, Naim Qasem, reiteró el miércoles su voluntad de continuar el combate contra Israel, pese a los golpes infligidos a su movimiento desde que el ejército israelí desplazará a Líbano el foco de la guerra contra Hamás en Gaza.
Hezbolá, que ha sido debilitado, asegura que sus hombres repelen las incursiones israelíes y anuncia a diario disparos contra Israel.
La agencia de prensa nacional libanesa, ANI, reportó el jueves "combates violentos desde medianoche" entre milicianos de Hezbolá y soldados israelíes, tras un "intento de incursión del enemigo israelí" en el territorio libanés desde el norte de Israel.
En la frontera sur, Israel continúa su guerra contra Hamás, apoyado igualmente por Irán, en la asediada Franja de Gaza, que sufre un desastre humanitario.
La guerra en el territorio palestino se desencadenó tras el letal ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023 en suelo israelí.
"Políticas erróneas"
Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente electo hablaron el miércoles por la noche sobre la "amenaza iraní" y "acordaron cooperar por la seguridad de Israelí", indicó la oficina de Netanyahu.Irán, que mantiene tensas relaciones con Estados Unidos desde hace décadas, aseguró el jueves que espera que la elección de Trump a la Casa Blanca permita a Washington "revisar sus políticas erróneas del pasado".
El Ministerio israelí de Defensa anunció además el jueves la firma de una acuerdo con Boeing, por un total de $5,200 millones, para la adquisición de 25 aviones de combate F-15 "de nueva generación", financiados por la ayuda militar estadounidense a Israel.
El ejército israelí anunció por otra parte haber "eliminado unos 50 terroristas" en las últimas 24 horas en Jabaliya, en el norte de la Franja de Gaza, y haber comenzado una operación en el sector de Beit Lahia.
El Ministerio de Salud de Gaza, territorio gobernado por Hamás, indicó el jueves que una persona murió en un bombardeo israelí en Cisjordania ocupada, donde la violencia se intensificó desde el inicio de la guerra.
El ataque del 7 de octubre de 2023 dejó 1,206 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP en base a datos oficiales que incluye los rehenes fallecidos en su cautiverio.
De las 251 personas secuestradas por los comandos de Hamás, 97 permanecen en Gaza, aunque el ejército israelí declaró muertas a 34.
La ofensiva israelí en Gaza ha dejado 43,391 muertos, en su mayoría civiles, según cifras del Ministerio de Salud gazatí, que la ONU considera fiables.