Los medios estadounidenses consiguieron en cuestión de horas establecer un perfil de Salvador Ramos, el adolescente de 18 años que asaltó, el martes, la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas y masacró a 19 niños y dos maestras.

Vecinos, parientes y compañeros de la secundaria de la que no se graduó, describen al joven como “retraído”, “antisocial” y víctima de bullying, esto último algo en lo que todos coinciden.

Vecinos le dijeron al The Washington Post que a menudo Ramos era víctima de burlas debido a su dificultad para hablar, tartamudeaba. También se burlaban de él por su ropa, porque usaba rimel en los ojos y por su descuidada apariencia.

Salvador Ramos, el tirador de Texas
Salvador Ramos, el tirador de Texas



Santos Valdez Jr., de 18 años, le dijo al Post que conocía a Ramos desde la primaria. Eran amigos, pero esta cercanía se acabó cuando el comportamiento de Ramos comenzó a deteriorarse, luego que su madre se lo llevara a otra pueblo cercano.

Ambos solían jugar videojuegos como Fortnite y Call of Duty. Valdez contó que en una ocasión se asustó mucho porque Ramos tenía cortes en toda la cara, adjudicando las lesiones a un gato. “Luego me dijo la verdad, que se cortaba la cara con cuchillos una y otra vez”, dijo Valdez. “Yo estaba como, ‘Estás loco, hermano, ¿por qué harías eso?’”. El habría respondido que lo hizo por diversión.

Vista aérea de la primaria Robb, en Uvalde Texas.AFP
Vista aérea de la primaria Robb, en Uvalde Texas.AFP



Sobre su madre, Adriana Martínez, poco se sabe, pero sus parientes más cercanos dicen que llevaba una vida tormentosa con múltiples llamadas a la policía por discusiones acaloradas. Incluso su abuela estaba a punto de desalojar a la mamá del atacante, ya que tenía serios problemas con las drogas. Por eso Ramos se había ido a vivir con ella.

Muchos creen ahora que Ramos era una persona con problemas mentales que necesitaba ayuda, pero que nadie le prestó atención.

En su casa eran muchas las discusiones con su abuela, vecinos señalan que la mayoría de veces era porque él insistía que no quería ir a la escuela, a la que pocas veces llegaba para evitar la burla, el acoso y las agresiones.

Inconsolables padres de familias y parientes de las víctimas celebraron la noche del martes una vigilia en Uvalde, Texas.AFP
Inconsolables padres de familias y parientes de las víctimas celebraron la noche del martes una vigilia en Uvalde, Texas.AFP



En la escuela, entre los 8 y 15 años, Ramos fue víctima de bullying por tartamudear y cecear fuerte, dijeron amigos y familiares.

Ramos era “buena gente”, pero víctima de bullying en el instituto. “Mi hijo me dice que conoce a un muchacho al que le gustaba pegarle”, contó otro vecino al diario El País.

Ramos entró el martes con chaleco antibalas y un rifle automático al cuarto grado de la escuela Robb y asesinó a 19 niños que recién habían recibido sus diplomas de fin de curso, pues este viernes sería el último día de clases.

La casa que Salvador Ramos compartía con sus abuelos maternos en Uvalde, Texas.AFP
La casa que Salvador Ramos compartía con sus abuelos maternos en Uvalde, Texas.AFP



Según reporte del diario El País, Ramos vivía con sus dos abuelos maternos, Rolando Reyes y Celia Martínez, en una casa de una sola planta a pocos metros de la escuela primaria Robb. Ellos se habían hecho cargo del muchacho debido a los múltiples problemas de su mamá y la ausencia de su padre. Ramos nació en Dakota del Norte, pero creció en Uvalde.

El martes Ramos discutió con su abuela de 66 años. Vecinos dicen que ella se enteró del plan del adolescente e intentó impedirlo, él le disparó y ahora se encuentra en estado crítico.

La prima de Ramos, Mia, le dijo al The Washington Post que vio a los estudiantes burlarse de su impedimento del habla cuando asistían juntos a la escuela secundaria. Él le restaba importancia en el momento, dijo Mia, y luego se quejaría con su abuela de que no quería volver a la escuela.

Antes de perpetrar la masacre en Uvalde, Texas, Salvador Ramos publicó las armas con las que lo haría.AFP
Antes de perpetrar la masacre en Uvalde, Texas, Salvador Ramos publicó las armas con las que lo haría.AFP

Indicios de un plan sangriento

Santos Valdez Jr le contó al Post que se enteró que Ramos manejaba de noche con otro amigo y disparaba a personas al azar con una pistola de aire comprimido.

Allegados cuentan que hace un año el joven había publicado fotos de rifles en su cuenta de Instagram, y que había escrito que los “tendría en su lista de deseos”. A mediados de mayo, tras cumplir los 18 años adquirió un rifle de asalto AR-15, una pistola y municiones, según primeras investigaciones de las autoridades de Uvalde.

Hace un mes Ramos abandonó su trabajo en un restaurante de hamburguesas, donde sus excompañeros lo describen como un joven tímido sin muchas amistades y con dificultades para entablar relaciones sociales.

“Muchos de mis empleados hablan entre ellos y son amigables. Él no era así. Creo que nadie lo conocía”, dijo el coordinador nocturno del Wendy’s al The New York Times.

Las autoridades locales y federales de EEUU aún investigan las motivaciones del ataque. Uvalde, Texas.AFP
Las autoridades locales y federales de EEUU aún investigan las motivaciones del ataque. Uvalde, Texas.AFP



Vecinos de los abuelos de Ramos dicen que el muchacho ayudaba a su abuelo Rolando Reyes en la instalación de aires acondicionados y otras labores de mantenimiento, creían que su vida iba mejorando, pero el final dice lo contrario.

Hace dos meses, publicó una historia de Instagram en la que le gritaba a su madre, quien dijo que estaba tratando de echarlo de su casa, dijo al Post Nadia Reyes, una compañera de secundaria.

“Publicó videos en su Instagram donde la policía estaba allí y llamaba a su madre perra y decía que quería echarlo”, dijo Reyes. “Él estaría gritando y hablando con su mamá muy agresivamente”.

Ramos se mudó de la casa de la calle Hood, a la casa de su abuela al otro lado de la ciudad hace unos meses.

Una madre angustiada busca a una de las víctimas del tiroteo en Uvalde, Texas.AFP
Una madre angustiada busca a una de las víctimas del tiroteo en Uvalde, Texas.AFP



Sus amistades eran de corta duración. Un vecino de los abuelos recordó que Ramos había comentado a otro muchacho que quería unirse a los Marines un día para poder matar gente, y que eso propició perder a ese amigo de inmediato.

“Llevaba las cosas demasiado lejos, decía algo que no debía decirse, y luego se ponía a la defensiva”, dijo Reyes.

Pese a que Ramos no se graduaría por su mal rendimiento en la secundaria, él y sus compañeros de clase de la Escuela Secundaria Uvalde habían visitado la Escuela Primaria Robb apenas un día antes de la masacre, vestidos con sus túnicas de graduación y chocando sus manos con los estudiantes de primaria, quienes se alinearon en los pasillos, una tradición muy arraigada en la comunidad para impulsar la educación.

Este miércoles se conoció que él autor de masacre en Texas anunció en Facebook que iba a atacar una escuela primaria, donde arrebató las vidas de 19 niños y dos adultos.