“Su confianza ha sido depositada en un partido que realmente creció para recuperar la política para la gente decente, y agradecemos su valentía al dar un paso al frente para que esto sea posible hoy en nuestro país”, dijo Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, y reconoció que “en las calle, en las redes, en la última semana hemos recibido las muestras de apoyo de los ciudadanos guatemaltecos, las ciudadanas guatemaltecas, y muchísimos jóvenes que hicieron manifiesto su apoyo, su confianza y su esperanza”.
El reconocimiento del candidato socialdemócrata puso la dosis sorpresa y de optimismo a la jornada, que estuvo marcada por el desgano de los electores que se abstuvieron de ir a las urnas masivamente, molestos con la política tradicional en el país.
En poblados como San Miguel de Petapa los adultos mayores que acudían a los centros de votación dijeron que los jóvenes eran los menos interesados en participar en las votaciones, porque no se sienten representados por los políticos en el gobierno.
En consecuencia figuras como Zury Ríos de Valor Unionista y Edmond Mulet, del partido CABAL, fueron castigados y desplazados lejos de la posibilidad de alcanzar la silla presidencial.
Capturas y violencia.
Lo que suponía sería una fiesta cívica en Guatemala también se selló con una jornada de capturas en la que figuran detenidos por delitos electorales.La Policía Nacional Civil de Guatemala dijo que llevaba “162 personas detenidas a nivel nacional, de las cuales 100 son por infringir la Ley Seca, 42 por delitos electorales, 20 por portación ilegal de arma de fuego”.
El presidente Alejandro Giammattei, quien votó media hora antes del cierre de los centros de sufragio, no hizo comentarios sobre las denuncias de supuestas irregularidades y culpó a grupos opositores de haber incitado a la violencia durante la jornada.
Casi 3,500 centros de votación funcionaron durante la jornada de ayer para recibir los sufragios de unos 9.3 millones de ciudadanos habilitados para votar.