Abbott ordenó desde inicios del 2023 el despliegue masivo de militares de la Guardia Nacional en la frontera entre México y EEUU, así como la instalación de cercas de púas de dos metros de alto en diferentes ciudades como Eagle Pass, el río Bravo y ahora Ciudad Juárez.
La administración texana asegura que con estas cercas buscan evitar que los migrantes crucen de manera masiva e ilegalmente hasta suelo estadounidense, pero por otra parte, las organizaciones promigrantes consideran que representan un grave peligro para la vida de las personas.
“Que pasaría si un niño termina con su mano cortada por culpa de esos lugares, sería una catástrofe totalmente. Es una desesperación total”, dijo una integrante de las organizaciones promigrantes, sobre el riesgo de las alambradas de púas.
Pese a la instalación de las cercas, muchos de los migrantes han sido detenidos por militares texanos cuando intentan cruzar sobre ellas o debajo de ellas, muchas veces arriesgando su vida al sufrir cortadas de gravedad o perdidas de extremidades.