La administración de Texas dirigida por el gobernador Greg Abbott, informó que durante enero y octubre de 2023, el Estado ha desplazado a más de 50,000 migrantes hasta diferentes ciudades denominadas santuarios dentro de Estados Unidos, la mayoría de estos migrantes son personas que buscan aplicar a los pedidos de asilo dentro del territorio estadounidense.

El gobernador detalló que han desplazado más de 12,500 migrantes a Washington DC, 18,200 a Nueva York, 13,000 a Chicago, 3,200 a Filadelfia, 3,100 a Denver y 890 a Los Ángeles.

“Texas ha transportado en autobús a más de 50.000 inmigrantes a ciudades santuario para brindar ayuda a las abrumadas ciudades fronterizas. Estas ciudades experimentan una fracción de lo que enfrentan diariamente las comunidades fronterizas de Texas”, recriminó Abbott.

Estos traslados masivos muchas veces son considerados inhumanos por las organizaciones promigrantes, porque en reiteradas ocasiones los migrantes han sido desplazados por más de 48 horas en autobuses, sin recibir alimentación o espacios de descanso.

Muchas de las ciudades que reciben a los migrantes también luchan por ampliar la capacidad de respuesta ante tantas personas desplazadas, en muchas localidades los gobernadores han habilitado iglesias, campamentos provisionales, orfanatos, cárceles y casas comunes como refugios migratorios, debido a la alta demanda de personas que llegan diariamente.

Por su parte, el gobernador Abbott aseguró que estas medidas se detendrán hasta que el actual presidente, Joe Biden, aplique normas migratorias que “alivien” la situación que vive Texas en la frontera con México.

“El transporte en autobús continuará hasta que Biden asegure la frontera”, enfatizó.

Abbott aseguró en reiteradas ocasiones que el problema se generó por la mala administración de Biden, que según él, desarrolló una mala gestión en el manejo de la crisis migratoria.

Desplazamientos

Los desplazamientos masivos de migrantes comenzaron desde marzo del 2022, cuando el gobernador Abbott argumentó que el traslado de los indocumentados era una medida para mantener “el orden y la seguridad” de los pobladores de Texas, además de una afrenta contra el presidente Joe Biden.

Muchos gobernadores demócratas en diferentes ocasiones arremetieron contra Abbott, porque aseguran que las medidas implementadas por el gobernador texano son una muestra de una política “antiinmigrante”, y en la cual utiliza a los indocumentados como objetos políticos.

Abbott aseguró en reiteradas ocasiones que el problema se generó por la mala administración del presidente Joe Biden, que según él, desarrolló una mala gestión en el manejo de la crisis migratoria en la frontera entre EEUU y México.