Durante su campaña, Trump promovió una política exterior centrada en "Estados Unidos primero" y expresó su intención de mediar entre Kiev y Moscú, aunque sin detallar los pasos concretos. También manifestó su deseo de poner fin al derramamiento de sangre en Oriente Medio.
"Debemos recuperar nuestra grandeza como nación, con impuestos bajos y un ejército fuerte. Vamos a reconstruir nuestras fuerzas armadas; ya lo hicimos antes y lo haremos de nuevo", declaró Trump en una gala organizada por el America First Policy Institute en su residencia privada de Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida.
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Asimismo, subrayó: "Trabajaremos intensamente en Oriente Medio y en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Esto tiene que terminar".
Trump también criticó el elevado gasto estadounidense en Afganistán, país del que las tropas de Estados Unidos se retiraron en 2021 tras dos décadas de enfrentamientos contra los talibanes, quienes retomaron el control del gobierno ese mismo año.
La posible reelección de Trump podría cambiar significativamente el rumbo del conflicto entre Rusia y Ucrania, poniendo en duda el considerable apoyo financiero y militar que Washington ha brindado a Kiev, clave para su defensa.
En su campaña, Trump afirmó que sería capaz de poner fin a los combates en cuestión de horas y sostuvo que dialogaría directamente con el presidente ruso, Vladimir Putin, para lograrlo.