El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió este miércoles que el accidente aéreo de Washington estaría relacionado con las políticas de las anteriores administraciones demócratas, las cuales habrían rebajado los requisitos para trabajar en la aviación civil.

"Debemos exigir sólo los estándares más altos a quienes trabajan en nuestro sistema de aviación", ha dicho Trump, quien ha apostado por "las personas con mayor aptitud, con el mayor intelecto y con una mentalidad superior".

Sólo personas con estas cualidades, ha subrayado en una comparecencia, "pueden optar a ser controladores aéreos", una condición que "no era así" antes de que él llegara a la Casa Blanca por primera vez. "Cambié los estándares de Obama de muy mediocres en el mejor de los casos a extraordinarios", ha dicho.

"Cuando llegué en 2016 hice pronto ese cambio porque siempre sentí que este era un trabajo (...) que tenía que ser de una inteligencia superior, y en verdad no teníamos eso", insistió Trump, quien acusó a Joe Biden de volver a rebajar los requisitos "a unos niveles más bajos que nunca".

Sesenta y cuatro personas viajaban a bordo del avión civil que chocó con un helicóptero del ejército, con tres militares a bordo, el miércoles por la noche sobre el río Potomac.

El republicano prometió una investigación exhaustiva para esclarecer las causas de lo ocurrido, pero arremetió duramente contra Obama y Biden, a quienes acusó de haber instaurado estándares de seguridad bajos.

"Yo pongo la seguridad primero. Obama, Biden y los demócratas pusieron la política en primer lugar".
Donald Trump
Presidente de EE.UU.


"De hecho salieron con una directiva: 'demasiado blanco'. Y nosotros queremos a la gente que es competente", añadió el magnate, atacando a los programas de promoción de la diversidad en la administración y, más concretamente, en la Agencia Federal de Aviación (FAA).

Preguntado sobre si culpaba directamente a los controladores aéreos y a los programas de diversidad de la catástrofe, reconoció que "no lo sabía", pero que "podría ser".

Afirmó no obstante que la trayectoria del helicóptero militar era "increíblemente mala".

El exsecretario de Transporte de Estados Unidos Pete Buttigieg calificó de "despreciables" las palabras de Trump y le acusó de "despedir y suspender a parte del personal clave que ayudó a mantener" la seguridad, en referencia a su ola de despidos en la administración.

Peor catástrofe

Con 67 muertos es la peor catástrofe aérea en Estados Unidos desde que un avión de American Airlines se estrelló poco después de despegar del aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York en noviembre de 2001.

Los buzos sacaron el jueves cadáveres de las aguas heladas del río Potomac, en Washington.

Los restos de las dos aeronaves están emergiendo del agua y barcos de rescate y equipos de buzos exploran la zona.

A primeras horas el jefe de bomberos de Washington, John Donnelly, dijo que se habían recuperado 28 cadáveres.

La Administración Federal de Aviación informó que el avión era un Bombardier operado por una subsidiaria de American Airlines. Según la aerolínea, el aparato viajaba desde Wichita, Kansas, al aeropuerto Ronald Reagan de la capital estadounidense.

El helicóptero efectuaba un "vuelo de entrenamiento", informó un portavoz militar.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, precisó que el helicóptero Black Hawk tenía "una tripulación bastante experimentada que estaba haciendo una evaluación nocturna anual obligatoria". "Llevaban gafas de visión nocturna", añadió.

En un audio del servicio de tráfico aéreo se oye a los controladores preguntar reiteradamente al helicóptero si tenía "a la vista" el avión de pasajeros y justo antes del choque decirle que "pasara por detrás" del avión.

"Acabo de ver una bola de fuego y desapareció", se escuchó a un controlador decirle a otro después de que se cortara la comunicación con el helicóptero.

Con el agua en temperaturas en torno a los 2 grados Celsius, las posibilidades de sobrevivir en el río eran muy escasas, según los expertos.

La pareja de patinadores artísticos rusos Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, campeones mundiales en 1994, iban a bordo del avión junto a otras personalidades del mundo del patinaje.

Un testigo, Ari Schulman, contó que, conduciendo rumbo a su casa, vio "un chorro de chispas" y algo parecido a fuegos artificiales, al producirse la colisión nocturna.

"Al principio vi el avión y parecía estar bien, normal. Estaba a punto de aterrizar", declaró a la CNN.

"Entonces tres segundos más tarde se inclinó completamente a la derecha (...) Pude ver su parte inferior, estaba iluminada de un amarillo muy brillante, y había un chorro de chispas debajo de ella", añadió.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, estimó que el choque era "absolutamente" evitable.

En un video difundido por American Airlines, su director ejecutivo, Robert Isom, expresó su "profundo pesar" por lo ocurrido.

Espacio aéreo congestionado

No está claro cómo un avión de pasajeros con tecnología para evitar colisiones pudo chocar con el helicóptero sobre la capital del país.

El espacio aéreo que rodea Washington suele estar congestionado día y noche, con aviones volando a baja altura para aterrizar en el aeropuerto Ronald Reagan y helicópteros militares o civiles que transportan políticos de alto rango.

El mismo aeropuerto fue escenario de un accidente mortal en 1982, cuando el vuelo 90 de Air Florida, un Boeing 737, se desplomó tras el despegue, impactó contra un puente y cayó al río Potomac, dejando 78 muertos.