"Yo no sabía lo que era un ataque de pánico, ni siquiera sabía que lo que había estado sintiendo anteriormente era ansiedad... empecé a sentirme como descompuesta, con náuseas, dolor en la boca del estómago, como que estaba desubicada, muy emotiva, llorando, sinceramente pensé que iba a terminar en el hospital", contó Raquel.
"Llamamos a un psicólogo y en ese momento me pudo atender, gracias a Dios. Me explicó que era un ataque de pánico, que necesitaba era tranquilizarme e hizo una descarga emocional conmigo", relató la tica, pero apuntó que por ser yo víctima de un narcisista, el daño psicológico era muy grande y las técnicas psicológicas no fueron suficientes. Necesitaba medicación, la que solo puede ser recetada por un psiquiatra, y fue así como tomó llegó hasta su médico y tratamiento actual, tras realizarse varios exámenes que la llevaron a un diagnóstico de estrés postraumático, depresión y ansiedad.
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