Según relató Clever Háunam, pareja de Barrantes, minutos antes de la ceremonia, ella recibió una llamada en la que le advirtieron que, si se casaba, su esposo sería asesinado. Ante la presión y el temor, la novia salió corriendo del lugar e intentó arrojarse de un puente, pero fue rescatada a tiempo mientras gritaba que no le hicieran daño a su pareja.
Tras el angustiante episodio, Barrantes regresó a la boda y fue captada bailando con su prometido. Aunque la frase se mantiene como tendencia en redes, pocos conocen la dolorosa realidad de esta historia, que expone cómo el crimen organizado puede marcar la vida de las personas, incluso en los momentos más significativos.