Magda Martínez es una jovencita salvadoreña como muchas: con buen feeling y muchos talentos. Hace pocos años decidió apostar por las artes escénicas como carrera, convencida de que era su pasión y el camino a seguir en su vida, y para ello contó con el apoyo incondicional de sus padres.

Como en El Salvador no existe una licenciatura en Teatro, decidió recaudar fondos en línea para poder estudiar en Estados Unidos y hacer posible su sueño: ser actriz. Pero pronto descubrió que su oportunidad personal realmente estaba al otro lado del continente: en Buenos Aires, Argentina, donde ya experimentó el regocijo del aplauso y fue llamada a su primera obra "Encuentros Cortos: Sobre el amor romántico", en el Teatro Vitral y la prestigiosa zona de la Calle Corrientes, el "Braodway argentino".

La obra, a cargo de la compañía Re-Encuentro Colectivo Teatral está disponible desde el pasado fin de semana, por lo que Magda nos comparte su emoción y experiencia como debutante.



Supimos de tu primer contrato en Argentina... Cuéntanos de esta obra y de tus claves para llegar hasta ahí...

Mucho trabajo y sobretodo, entrega. Soy muy profesional, cuidadosa, minuciosa y responsable con cada pequeña gran parte de lo que constituye actuar y formar parte de un proyecto. Fue también un cruce de circunstancias que resulta inevitablemente por el trabajo arduo y exhaustivo en la universidad; ganarme el respeto de mis compañeros y compañeras, pero sobre todo, que crean en mí y apuesten por mi trabajo.

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Mónica Talavera Villamonte, la directora, dramaturga e intérprete peruana de "Encuentros Cortos: Sobre el amor romántico", trabajó muchísimo para poder traer sus obras de Lima a Buenos Aires y, luego de ver mi trabajo en uno de mis últimos roles en la obra “Entonces Alicia Cayó” en la universidad, me pidió un casting para sus obras. Apostó bastante conmigo y yo le devuelvo la misma confianza y empeño en cada segundo sobre el escenario.

"Encuentros Cortos: Sobre el Amor Romántico" es una trilogía de obras breves que exploran las distintas facetas del amor moderno. Desde las emociones intensas de una relación duradera, pasando por las complicaciones de la amistad y el amor, hasta los fantasmas del pasado que siguen acechando. Son tres historias que prometen una experiencia teatral inolvidable, llena de risas, lágrimas y reflexiones profundas.



Yo soy parte de la primera: "Aquí, Ahora" y esta nace de la necesidad de explorar cómo las expectativas y los planes personales pueden divergir en una relación aparentemente estable. El proceso de creación se centró en construir un diálogo que fuera tan auténtico como desgarrador, reflejando los altibajos del amor moderno. La estética de la obra es minimalista, enfocándose en la intimidad de los personajes y sus emociones crudas. La dirección de Mónica Talavera Villamonte busca mantener una atmósfera de tensión y sinceridad, haciendo que el público se sienta como un observador cercano de este momento crucial en la vida de los personajes.

El personaje que interpreto, Andrea, es verdaderamente entrañable. Su humanidad es sublime y es por ello que disfruto muchísimo de este proyecto, de trabajar en ella y en la obra. Somos seis intérpretes: dos argentinos, tres peruanos y yo, salvadoreña. Todos trabajando en conjunto con nuestros distintos acentos, improntas y culturas. Contamos también con un equipo técnico sensacional, una producción ejemplar y un espacio único para llevar a cabo el proyecto.


¿Cómo decidiste estudiar un arte y hacerlo tu profesión?

Siempre tuve inclinación por el arte y, durante mi infancia y adolescencia, siempre lo consideré uno de los pilares fundamentales de mi vida. Con el tiempo descubrí que actuar era mucho más que una pasión, y finalmente fue durante la pandemia donde me encontré sola, entre cuatro paredes y, frente a frente conmigo misma, que reafirmé que actuar es mi vocación. Decidir que algo es tu vocación y animarse es apostar todo por todo en el arte. Mucho más en El Salvador.

Yo vengo de una familia con mucho potencial artístico, que se vio truncado porque en su momento tuvieron que decidir por otras profesiones, para salir adelante económicamente o simplemente porque no había oportunidades. Por lo que animarse, no es fácil pero considero que la pasión siempre le gana al miedo de alguna u otra forma. Una de mis metas personales es la Licenciatura, y en El Salvador, aún no existe. Quiero destacar que cuando decidí estudiar esto y consideré estudiar en Estados Unidos, obtuve muchísimo apoyo en el país de los medios y de distintas entidades, y es algo que siempre voy a tener en cuenta.



En Latinoamérica, hacer arte implica muchos desafíos que aún están en desarrollo y en búsqueda de fortalecerse. En El Salvador, hay muchos artistas que hacen una labor admirable. El apoyo ha venido creciendo y considero que estamos en un momento en el que ha emergido un interés en las nuevas generaciones de profesionalizarse y también, hay entidades y proyectos con un trabajo muy respetable que han venido consolidando el teatro en El Salvador. Argentina tiene un auge de las artes donde estoy aprendiendo mucho.

¿Cuál es tu plan para hacer del arte una forma de vida a tiempo completo?

Es todo un reto y aún en países con sistemas artístico-culturales desarrollados, es difícil. Hay que combinar muchas actividades y facetas para conseguirlo. Por ahora todavía estoy explorando y trabajando en mis propias capacidades para desarrollar un proyecto de vida en torno al arte, pues aún estoy descubriendo muchas expresiones y me entusiasmaría trabajar a profundidad. Pero sí creo fuertemente que es posible tomar como opción de vida lo que amas y siempre se encuentra un camino.

⁠¿Qué características debe tener una persona que quiera abrirse camino en el arte?


Pasión, entrega, vocación y valentía, pero sobretodo determinación y un honesto disfrute por lo que se hace. Tener una vocación artística es enamorarse no sólo de lo sublime de la experiencia artística, pero también de lo complejo, grotesco e incluso ominoso que aparece durante el camino.

No busco romantizar el camino del arte porque es duro, pero también altamente gratificante. No va solo de la persona artista, sino de su entorno que le impulse a buscar eso que básicamente es un sueño, que no es fácil de comprender. Es importante que todo el que rodea a un artista, lo sostenga y le admire, porque no es sencillo ni simple. A menudo suele ser calificado como un acto de terquedad, por todo contra lo que hace falta para mantenerse firme, pero al final es uno de fuerte valentía y resiliencia.

¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción hasta ahora?

Lo repito constantemente: mi mayor satisfacción está en constante y latente cambio, como la vida misma. Se renueva, y hay millones de cosas que me satisfacen enormemente a nivel profesional y siempre pienso que mi mayor satisfacción está por llegar. He tenido hasta ahora numerosos momentos de satisfacción que me impulsan a buscar el siguiente.
Desde la primera vez que estuve frente al público hasta el sonido de los aplausos después de cada función o cierre de rodaje, son un constante sueño vuelto realidad.

Por ahora, la satisfacción más grande es la de seguir trabajando en mi crecimiento y aprendizaje como artista.

Con el actor peruano Urías Santillán.
Con el actor peruano Urías Santillán.

⁠¿Qué visión tienes para, en su momento, traer tu arte a El Salvador?

En 2022, me presenté en el Teatro Luis Poma con la obra “Edipo Rey” con Acento Escénica y fue una experiencia que me marcó mucho. Me encantaría poder integrar un proyecto que toque escenarios de nuestro país, pero por ahora sigo enfocada en mi preparación en Buenos Aires.

Considero que nos encantaría presentarnos en El Salvador y en otros lugares con Encuentros y este elenco, pero por ahora parecen más cercanas las probabilidades de seguirla presentando por más tiempo acá en Buenos Aires.

Después de esta parte del proceso de preparación me gustaría volver a El Salvador y compartir lo que he aprendido hasta hoy, y aportar junto a los grandes artistas salvadoreños, al desarrollo de las artes en el país. Como mencionaba, todavía estoy anotando sueños pero sin duda le apuesto a volver y a llevar lo que me interpela como artista a los escenarios salvadoreños, así como generar espacios para apoyar a todos aquellos que quieran apostar por su propio arte.