Nacido en El Salvador en 1951, Osorio emigró a Estados Unidos en 1973 con el sueño de forjar un futuro mejor. Lo que nunca imaginó fue que su oficio, aprendido de su padre y abuelo, lo llevaría a confeccionar zapatos para algunas de las estrellas más icónicas del cine y la música.
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Desde joven, Osorio se adentró en el mundo de la zapatería, aprendiendo cada detalle del proceso artesanal en el taller familiar. Su destreza con el cuero y la precisión de su trabajo lo convirtieron en un artesano excepcional.

En 1978, cuatro años después de su llegada a Estados Unidos, su talento lo llevó a Paramount Pictures, donde comenzó a diseñar calzado para películas. En 1988, con la venta de la sección de confección de Paramount, pasó a formar parte de Western Costume Company, la compañía más importante en la fabricación y renta de trajes y accesorios para cine.
"Hacer zapatos para las películas no es lo mismo que hacer zapatos para el mercado; para las películas se necesita crear, inventar, dependiendo de la escena", explicó Osorio en una entrevista en 2011. Su meticulosidad y creatividad le permitieron diseñar calzado, que no solo complementaba la vestimenta de los actores sino que se adaptaba a las exigencias de cada papel y escena.
Durante más de cuatro décadas, Mauricio dejó su huella en innumerables producciones. Desde los emblemáticos zapatitos rojos de Kate Winslet en "Titanic" hasta el calzado de Robert Downey Jr. en "Iron Man 2". También confeccionó el calzado de Tom Hanks en la mayoría de sus películas y trabajó en producciones como "Cinderella Man" (2005), "Master and Commander" (2003), "Black Panther" (2018) y "Call of the Wild" (2020).
Sin embargo, uno de sus trabajos más memorables fue la confección de los zapatos de Michael Jackson desde 1986 hasta la muerte del cantante en 2009. Osorio fue el creador de los famosos zapatos con tacones de acero y corte en V que permitieron la icónica inclinación de 45 grados en el performance de "Smooth Criminal", una innovación que revolucionó el mundo del espectáculo.
Más allá de su talento en la zapatería, el salvadoreño fue un mentor y un hombre de gran corazón. Durante años, impartió clases de diseño de calzado en la Universidad Woodbury en Burbank, California, compartiendo sus conocimientos con nuevas generaciones de diseñadores.
También jugó un papel fundamental en la carrera de su cuñado, Víctor Funes, a quien enseñó personalmente el arte de la reparación de calzado y con quien trabajó durante más de tres décadas.

"Mucha gente conduce un auto, pero no sabe cómo se fabrica el auto. Lo mismo sucede cuando un estudiante está aprendiendo a diseñar zapatos o botas; se da cuenta de cuántas cosas están involucradas", decía Osorio, destacando la complejidad y el arte de su oficio.
Un adiós a una leyenda
Osorio falleció en 2023, dejando un legado imborrable en la industria cinematográfica y en el corazón de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.Su humor contagioso, su amor por los viajes y su inquebrantable dedicación al arte del calzado lo convirtieron en una figura admirada y querida, segun detalla un memorial dedicado a su vida en la web de la Western Costume Company.
"Trabajar en el cine es un gran desafío. Cada película, cada trabajo con un diseñador es algo nuevo que no había hecho antes. Esa es la razón por la que soy muy feliz en esta industria", expresó en vida.
Hoy, su legado sigue vivo en cada par de zapatos que ayudó a crear, en cada producción que llevó su arte a la gran pantalla y en cada estudiante que aprendió de su maestría.
