La joven astrónoma chilena Teresa Paneque se presentó este martes en la Biblioteca Nacional de El Salvador (BINAES) para ofrecer una charla abierta sobre el universo y para inspirar a los niños y jóvenes salvadoreños a alcanzar sus sueños, tal y como ella lo ha logrado en este año que se recibe como doctora en Astronomía en Holanda.

Con solo 26 años, Paneque, de origen chileno-cubano, ha destacado como mujer científica latinoamericana, influencer y divulgadora científica a través de las redes sociales, donde consolida más de un millón de seguidores.

Conversamos con esta brillante joven sobre su primera visita al país, gracias a la gestión de la Embajada de Chile en El Salvador.



¿Cómo estás en tu primera visita a El Salvador?

Muy feliz de poder estar visitando este hermoso país por primera vez, de conversar y de la oportunidad de conocer un nuevo lugar dentro de nuestra maravillosa América. No estaba en mis planes, fue una invitación de la embajada chilena en El Salvador y me ha parecido maravilloso, la gente súper acogedora, los niños y niñas con muchas ganas de aprender; he podido estar en distintas actividades compartiendo con ellos y ha sido súper inspirador.


Sabemos que vienes a compartir tus conocimientos, pero también para inspirar...

Sí, yo creo que en El Salvador al igual que la mayoría de los países de la región, tenemos tenemos muy buenas mentes científicas, hay muy buenas ciencias que se están haciendo desde Latinoamérica, pero desafortunadamente cuando llegamos a conocer los nombres de estas personas (científicas) ya están muy avanzadas en sus carreras, han alcanzado este éxito máximo y se nos hacen un poco inalcanzables, no son gente con quienes podamos compartir... Yo quiero derribar el estereotipo de lo que significa ser científico y científica; mostrarle sobre todo a las niñas que hay una carrera científica para las mujeres, que podemos estar haciendo ciencia.

Podemos hacer una puerta significativa al mundo y que se atrevan, que se lancen a la piscina porque necesitamos más mentes latinoamericanas en la ciencia y haciendo los siguientes grandes descubrimientos del mundo.

Tienes una faceta como influencer del área científica, compartiendo contenidos en TikTok y en las diferentes redes sociales...

Ha sido muy bonito toda la parte de divulgar como comunicadora científica, influencer, muy inesperado porque nunca te preparan en la carrera científica para estar haciendo videos en redes sociales.

Yo siempre tuve una ansia muy grande por enseñar, me encanta la labor de educar, las profesoras y profesores tienen mi máximo respeto y en ese sentido me lancé a la piscina con intentar hacer un video en época de pandemia. Comencé a hacerlo y los siguientes años empezó a crecer y hoy en día hemos demostrado no solamente mi contenido sino que muchos divulgadores y comunicadores de las ciencias que están en redes, que la ciencia puede servir, que tiene un interés transversal en distintas edades, en distintos lugares del mundo.

La mayoría de mis seguidores son de Latinoamérica y eso es me encanta. No necesitas estudiar ciencia, no necesitas tener las mejores notas para desarrollar esa curiosidad y ese pensamiento crítico que están inherentes en el ser humano, así que ha sido un viaje maravilloso. Yo creo que en parte gracias al trabajo en redes también es que estoy aquí, así que muy agradecida las oportunidades.

La también embajadora de UNICEF en Chile compartió sus conocimientos sobre ciencias y sobre el universo, así como de posibilidad de vida en otros planetas.
La también embajadora de UNICEF en Chile compartió sus conocimientos sobre ciencias y sobre el universo, así como de posibilidad de vida en otros planetas.

Aparte de influencer también eres autora de libros para niños...

"El Universo según Carlota", como se titula esta esta saga, tienen tres tomos y próximamente esperamos un cuarto, y es una novela publicada en Chile por la Editorial Planeta Chile, donde acompañamos a Carlota y sus amistades.

Esta es una chica de colegio que en un inicio no quiere nada con las ciencias y que se ve obligada a estar en un proyecto científico. A partir de eso se empieza a dar cuenta de que no hay un estereotipo de quién pueda hacer ciencia y que tiene un espacio para ir aprendiendo en base a sus experiencias como estudiante, va aprendiendo del sistema solar en el primer libro, de estrellas y agujeros negros en el segundo, del extraterrestre en el tercero.

La saga está clasificada para jóvenes de 9 a 12 años pero realmente no hay una edad máxima para aprender y disfrutar del universo y también hay más pequeños que lo leen, incluso con sus papás. Este libro yo lo veo como un regalo a la Tere pequeñita que amaba leer, amaba meterse en mundos de fantasía y es un libro que yo habría leído de pequeña no solamente por el contenido científico sino por las historias de los personajes.

¿Tu afición por la astronomía viene desde niña?

La verdad es que de pequeña no lo soñaba, yo pasé por una infinidad de temas que me gustaban como la historia, el teatro, la cocina... Soy una persona estudiosa, está claro, una persona que disfruta el conocimiento y una persona curiosa, y lo que ocurrió fue que descubrí la física... cuando me lo enseñaron me pareció mágico ocupar los números como una manera de poder predecir y entender el universo. Creo que es algo muy bello y dentro de la física dije: la astronomía me parece desafiante y quiero intentar; me va a divertir y me va a desafiar, donde las preguntas nunca se van a terminar.

Entonces mi acercamiento y mi decisión de ser astrónoma vino de un lugar muy racional no de enamorarme de los cielos, sino de enamorarme de las matemáticas y las físicas como manera de describir el universo.

Y este viaje te ha llevado por el mundo...

La carrera científica nos lleva a viajar y a recorrer nuevos lugares; yo me formé mi licenciatura y mi magistra en chile pero después uno espera ampliar los conocimientos. Mi sueño es volver a mi país, pero antes quiero aprender cosas nuevas para poder traer conocimientos de vuelta a la comunidad científica chilena, y para eso decidí hacer mi doctorado en Europa, primero en el Observatorio Europeo Austral en Alemania donde estuve tres años, y el último lo estoy realizando en la Universidad de Leiden, en Holanda.

El siguiente paso que voy a dar van a ser mis estudios postdoctorales en la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, donde voy a estar por cinco años y eso ya es investigación independiente. Pareciera como que estoy estudiando siempre una licenciatura, magistra, doctorado, postdoctoral... ¿Y cuándo empieza a trabajar esta niña? pero el trabajo científico es estudiar, tengo un contrato y recibo ingresos por estar haciendo mi labor de investigación.

Lo que estamos haciendo es expandir los límites del conocimiento, indagando en ciertas preguntas que aún no tienen respuesta para la humanidad: la magistra es un poquito el paso de aprender cómo hacer esa investigación y el doctorado es investigación independiente; se espera que tú hagas un aporte a tu disciplina, por eso entregamos una tesis doctoral. Y finalmente el postdoctoral es ya demostrado que puedes hacer investigación independiente.

La joven científica destacó que Chile posee un gran desarrollo de observatorios espaciales, en su mayoría establecidos entre varias naciones.
La joven científica destacó que Chile posee un gran desarrollo de observatorios espaciales, en su mayoría establecidos entre varias naciones.


Sé que es totalmente diferente, pero ¿has pensado un día ser astronauta?

Como tú dices es completamente diferente, pero es una muy buena pregunta porque la gente suele asociarlo. Los astronautas son aquellas personas que van a salir a explorar el espacio, naves y misiones espaciales...Yo soy astrónoma, estudio los procesos físicos del espacio con los pies firmes en la tierra.

A mí me da terror la idea de ir al espacio, es un lugar súper hostil y, de hecho, he llegado a tener pesadillas de que me tengo que subir a una nave espacial, sé que es el sueño de muchas personas pero yo lo encuentro extremadamente hostil. Me gusta la protección y el cuidado que puedo tener aquí en el planeta Tierra.


¿Qué tenemos que observar cuando vemos hacia el cielo?

Siempre recomiendo mirar el cielo con alguna aplicación que te pueda guiar en la observación. Hay cosas más simples como mirar la luna, la damos por hecho, pensamos que es un objeto muy obvio, pero hay mucho que aprender sobre las fases de la luna o de los procesos de movimiento de nuestro planeta.

Si tienen la posibilidad, lo más fácil es con un par de binoculares o incluso a simple vista mirar la luna; luego ver las estrellas, lo mejor es poder hacerlo con una aplicación gratuita como Stellarium y simplemente apuntar con el teléfono... de inmediato vas a saber qué es lo que está haciendo.


¿Cuál es tu mensaje para los niños y jóvenes?

Lo primero es decirles que se atrevan, que crean en sí mismos que si tienen una pasión por la ciencia ¡son necesarios en la ciencia!, sobre todo si son mujeres: son necesarias no porque los hombres no lo sean, sino porque necesitamos una comunidad científica que represente a la sociedad y las mujeres somos la mitad de la sociedad, así que necesitamos más chiquillas, más niñas latinoamericanas que también somos parte importante del mundo. Sepan que va a haber una comunidad vibrante que les va a estar apoyando y que busquen también apoyo en su entorno local: para mí, mi familia y mis amistades han sido fundamentales en este proceso.

Además, que no nos vean como seres infalibles: los científicos y las científicas no tenemos la respuesta a todo, si así fuera no tendríamos trabajo. Trabajamos en equipo para poder resolver las grandes preguntas de la humanidad y así es como lo logramos.

Los vamos a estar esperando en este mundo de ciencias, de astronomía, de física, de química, de computación, de matemáticas, de lo que ustedes desean, lo pueden lograr todo.


Las personas estudiosas y las científicas son personas normales al final del día...

Exactamente, yo disfruto de mi tiempo libre, de ver series, me encanta "Gray's Anatomy", me gusta cocinar, cuando puedo me desconecto; en mi vida diaria jamás hablo de astronomía, no estoy todo el tiempo pensando en astronomía, no estoy todo el tiempo pensando en ciencia; estoy en redes sociales, soy influencer... Somos gente normal, no somos personas que están encerradas en una pieza con un pizarrón resumiendo ecuaciones todo el día y creo que es importante normalizar ese mensaje.

Yo misma muchas veces sentí que quizás no iba a calzar en el mundo de las ciencias porque no tenía las mejores notas, no me destacaba absolutamente frente a mis padres en la universidad sobre todo.

Los genios solitarios son algo del pasado, hoy en día existe la colaboración y de esa manera podemos avanzar.

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