¿De qué trata?
Después de más de treinta años de servicio como uno de los mejores aviadores de la Marina, Pete “Maverick” Mitchell (Tom Cruise) está donde pertenece, superando los límites como un valiente piloto de pruebas y esquivando el ascenso de rango que lo dejaría en tierra.
Cuando se encuentra entrenando a un destacamento de graduados de Top Gun para una misión especializada como ningún piloto vivo ha visto jamás, Maverick se encuentra con el teniente Bradley Bradshaw (Miles Teller), distintivo de llamada: “Rooster”, el hijo del difunto amigo de Maverick, y el oficial de intercepción de radar, el teniente Nick Bradshaw, también conocido como “Goose”.
Enfrentando un futuro incierto y enfrentándose a los fantasmas de su pasado, Maverick se ve envuelto en una confrontación con sus propios miedos más profundos, que culmina en una misión que exige el máximo sacrificio de aquellos que serán elegidos para pilotarla.
¿Por qué verla?
Todas las escenas cuyo ambiente físico era un avión fueron grabadas en aviones reales. Esto da una característica de tomas continuas en las escenas más extremas y con más acción. Todo se volverá más convincente, como las caras de cada uno de los actores, pues al ser grabados verdaderamente iban piloteando sobre los aires.
Otra de las razones es que en esta entrega la misión es más compleja y complicada para Maverick, así también el resto de pilotos tendrán una importante misión por desarrollar.
Un motivo fundamental para asistir a las salas de cine es que la película -de momento- se contempla que no llegará a ningún servicio de streaming por palabras del mismo protagonista, Tom Cruise.
Cruise declaró hace unos días en el festival de Cannes que la película no dará un salto al streaming y que por su calidad de imagen y sonido está hecha para verse en salas de cine.
Finalmente, quienes tengan de amor platónico al actor que nunca envejece podrán revivir nuevas escenas llenas de puestas de sol con el actor protagonista.
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