Sandoval, nacido en Cuscatancingo en 1955, nos contó sobre su vida, su sueño de visitar a la diáspora en Italia y su amor por el arte circense, siendo hijo de José Antonio Sandoval, el ya desaparecido payaso Pelele; y esposo de Ana Leyda de Sandoval, también gimnasta y malabarista.
Desde su icónico personaje de Pizarrín, Sandoval también nos platicó sobre su paso por el programa “Jardín Infantil" de canal 2, que marcó a toda una generación en El Salvador, con los personajes Prontito, Chirajito, Pizarrín y Tío Periquito, siendo Sandoval el último sobreviviente.
¿Cómo decidió convertirse en un artista circense?
Empiezo laborando desde los 16 años. Trabajé en muchos empleos, desde poner teja en las casas, haciendo taludes, trabajé en el Seguro Social. Mi papá, que en paz descanse, era payaso de circo y su nombre artístico era “Pelele”, a mí en lo personal no me gustaba, por su significado. Mi papá era un señor payaso, tenía una creatividad y un don que viene de Dios.Renuncié al Seguro Social, pero llegué a manejar la sala de cateterismo para dos médicos de renombre, quienes me dijeron que querían que estudiara y yo sí tuve interés en estudiar...
¿Cómo reaccionó su padre a este interés?
Como él trabajaba en el circo, me dijo: “si querés estudiar, trabaja y te pagas tus estudios”. Entonces, tomé la determinación de meterme a trabajar en el circo, la verdad me gustaba la payasada. Fui al circo y hablé con mi papá, porque él era el director artístico de una chinaca (circo de pueblo) llamada “Colonial”...“Mirá", me dijo, “si queres ser payaso a trompón limpio, te voy a sacar de la pista”; yo le dije: “Con mucho respeto, ya tengo 25 años y esto me gusta”.
Entonces, llamó a Freddy, un malabarista y me dijo: “Ponete a pensar: aprendes a payaso, llegas donde una empresaria de circo y le decis: ‘deme la oportunidad de trabajar en su circo, también hago malabares’, y ella te responde: ‘Ya tengo payasos, pero te podes meter al número de malabaristas del circo’. Pasé tres meses aprendiendo a jugar malabares.
Inclusive, con el mismo Freddy (el payaso Prontito, Jorge Alfredo Cárcamo Melara), hicimos un trío de malabaristas: Tetoco, Prontito y Pizarrín. “Ya estoy listo para aprender a payaso”, le dije a mi papá y él me vuelve a convencer que tenía que aprender a ser trapecista. Después me enseñaron a trabajar de payaso, a pintarme solo; esa, creo que es de las experiencias más difíciles para mí: pintarse de payaso.
Básicamente, escogió el mundo artístico por su papá...
Por mi papá, ya traigo la lepra en la sangre y nos encanta el circo. Es un mundo maravilloso, cinco letras grabadas en oro. Aclaro, no llegué al circo ya grande, yo nací en el Circo México de Chocolate de don Eladio Velásquez.Mi padre y él eran la pareja artística “Chocolate” y “Pelele" en su tiempo.
¿Cuáles han sido los principales desafíos como artista circense?
Una de las experiencias más difíciles... He tenido otras entrevistas, pero nunca lo he comentado de esta manera... Cuando llegué al circo, me pagaban un colón a la semana por aprender, pero para poder vivir, me cobraban un colón por los tres tiempos. Entonces, yo con un cántaro llenaba el agua de los barriles de los artistas del circo y me pagaban.Llegaba a x pueblo de El Salvador y lo primero que buscaba era el comedor, ya cuando conocía a la encargada, me ponía a las órdenes para ayudarle en lo que necesitara, aparte de mis oficios en el circo. No lo tuve que hacer por fuerza, lo hice por amor a ser payaso.
¿Cómo ha cambiado el circo con la llegada de las redes sociales y otros medios?
El circo en nuestro país no ha desaparecido, ha bajado un poco la actividad en los pueblos, pero la gente llega, goza, se divierte y sonríe.Además, por algunos tipos de música, las redes sociales son las que hacen ver al artista circense en menosprecio. Mucha gente y medios de comunicación creen que el circo ya no sirve.
¿Por qué de parte de las universidades, de parte del Gobierno, de parte de la empresa privada hay apoyo para la ciencia pero el arte circense lo ven como personas que no tienen oficio? La fórmula circense lleva arte, destreza, agilidad y creatividad.
Hablando del tema laboral, en 2021 asumió la dirección de la Casa de la Cultura de Soyapango, ¿cómo llegó esa oportunidad?
Entré en noviembre del 2005 a Concultura por gracia de Dios, me encontré a una persona y le pedí apoyo para tener un trabajo fijo, digno y donde pudiera aportar mi poco conocimiento. Me mandaron a ayudar en la promoción de las Casas de la Cultura a diferentes lugares, era promotor cultural.Llegué a director (de la Casa de la Cultura porque falleció mi jefa; entonces, muriendo ella, había que poner un director. Entonces como yo era el que estaba más cerca...
En Zacatecoluca (La Paz) también retomé la idea del payaso Chirajito (Arístides Alfaro Samper) de fundar una escuela de payasos para sacar a los jóvenes que andaban metidos en cosas de pandillas pero que no la logró complementar porque falleció. Logramos sacar a varias personas.
¿Por qué dejó de trabajar en la Casa de la Cultura, hoy dentro del Ministerio de Cultura?
Cuando tenés buenas ideas y hay jefes que no permiten que esas ideas resulten, porque si no son ellos los que las hacen, no se prueban. Y ahí estuve trabajando, algunas veces llevando festivales a La Campanera, una de las colonias más difíciles que intervine, y me ayudó el Pizarrín.Prácticamente, usted tomó la decisión de renunciar...
Pues no, prácticamente tomaron la decisión de que pusiera mi renuncia en junio de 2024: “firme aquí su renuncia”. La firme porque era sí o sí; siempre te vas.En conjunto con el Despacho de la Primera Dama, nuestros artistas realizaron esta tarde un show de payasos que alegró a los 41 niños y niñas del albergue, con la visita especial del payaso Pizarrín. pic.twitter.com/H6s7Gk8KlR
— Ministerio de Cultura (@culturasv) November 4, 2020
¿Sus hijos han seguido sus pasos?
No, por el momento, ninguno, son músicos.Don Carlos, un último mensaje que quiera darle a los salvadoreños
La vida no tiene un límite, tiene el límite entre vivir y morir, ahí sí. Pero la vida de realizarse, de hacer cosas que te agradan, llámese arte, cultura, deporte, ¡hazlo!---
Mientras captamos el proceso para que Carlos Sandoval se convierta en el querido y admirado Pizarrín, el personaje nos contó su historia y su influencia en el mundo del entretenimiento para los salvadoreños.
¿Cómo surgió el personaje de Pizarrín?
El payaso Pizarrín nace después de una función en la Chinaca Colonial, instalada en Cuscatancingo. El primer nombre de payaso mío fue Huacalito, pero no me gustó Huacalito Guillermo, porque en los huacales lavan de todo.Después de una función, nos sentamos en el centro de la pista del circo con algunos payasos. Todos ellos mencionaron nombres, no me identificaba con ninguno, pero cuando mencionaron “Pizarrín”... quiero ser sincero, porque esta es una entrevista con mucha sinceridad, es bien especial; cuando dijeron eso, me sonó a pizarrín pero con morbo. Fui a la Biblioteca Nacional a buscar el significado y encontré que el pizarrín era un lápiz para escribir en pizarras de piedra. Era lo que yo buscaba, esa magia de que el nombre y mi personalidad fueran compatibles.
¿Cuál ha sido el momento más significativo para Pizarrín?
Llegar a la televisión, llegar al “Jardín infantil” era la ventana para todos los payasos salvadoreños; todo el payaso que quería salir en televisión visitaba “Jardín Infantil”.Me he encontrado con muchos salvadoreños que han llorado, porque en la época de la guerra civil que tuvimos en el país, ellos no podían divertirse más que con “Jardín Infantil”.
¿Qué opinó el payaso Pelele sobre tu ingreso a la TV nacional?
Me dijo: “Yo quiero que el payaso Pizarrín se destaque, no solo en circo, que salga de la rutina del circo”. Cuando ya salía en la televisión de manera frecuente, él se volvió mi representante.
¿Cuánto tiempo estuvo en "Jardín Infantil"?
Estuve trabajando desde 1984 hasta el 2000. Me retiré por problemas familiares, tenía que apoyar a mis hijos. Dios me ha bendecido con salud, vida, el personaje, una linda esposa y unos lindos hijos.
Hablando de los recuerdos del programa, ¿cómo era la química entre los personajes?
Nos llevábamos muy bien en materia artística y en materia personal. Había un poco de celo, no tanto profesional, sino personal, pero en escena, no conozco personajes más dulces, más tiernos y más cariñosos como los personajes de “Jardín Infantil".¿Había algún personaje favorito?
Cada uno con su gracia: Prontito, panzón; Chirajito, bien trompudo, pero era tierno; el tío Periquito, el cantautor nacional, el Cri Cri salvadoreño...¿Y su gracia cuál era?
Yo la defino así: Humildad, sería mentir. No soy engreído. Si puedo ayudar a alguien, le ayudo. Esta es la primera vez que está Carlos y Pizarrín en una entrevista, porque ya he dicho a otros medios: “¿Quién querés que venga, Pizarrín o Carlos? porque los dos no los vas a poder tener juntos”; por eso, digo que no soy tan humilde.Lo que me agradó, es que vine al periódico y me recibieron, me sonrieron chévere, hay disponibilidad.
¿En qué otros países llegaron a conocer a Pizarrín?
Me conocen en Colombia, Venezuela, México y Centroamérica. Estuvimos en el Festival Mundial de Payasos en Mérida, Venezuela en 1988. Uno de mis sueños es visitar a la diáspora en Roma, Italia, donde hay más salvadoreños que les guste comer pupusas, que me hablen de la rigua, de los tamales, que piensen que somos cachimbones.¿Utiliza redes sociales?
No sé qué es eso. He abierto Gmail pero no me puedo meter porque olvidé la contraseña. Me gustaría hacer algo así como lo que estamos haciendo, que me pregunten los tiktokers qué quieren saber de Pizarrín y yo les contestaría, similar al Varón Ashler, unas veces como Pizarrín y otras veces como Carlos.Otra cuestión que me gustaría por redes sociales, es visitar lugares turísticos. Mánden las ideas al 7880-0950...