La tradición y festival de "La Recuerda" es todo un acontecimiento para los habitantes de la ciudad de Nejapa, ubicada al norte de San Salvador, que cada 31 de agosto recibe a cientos de visitantes para presenciar la famosa batalla de las "Bolas de Fuego".

Se trata de una de los patrimonios culturales inmateriales más emocionantes y extremos de la tierra cuscatleca, donde los lugareños preparan bolas de trapo atadas con alambre, del tamaño de bolas de béisbol, las cuales se impregnan de gasolina para ser lanzadas entre dos bandos de enmascarados. Todo ocurre en la calle principal del casco urbano y en presencia de curiososos bajo su propio riesgo.

La emoción de los toritos pintos fue la antesala de la batalla. / Fotos: Emerson del Cid
La emoción de los toritos pintos fue la antesala de la batalla. / Fotos: Emerson del Cid



Por supuesto, las actividades son acompañadas de bomberos, agentes de seguridad y comandos de socorro que atienden cualquier inconveniente, aunque normalmente los daños no pasan a más, ya que las llamas se adhieren a las superficies solo por pocos segundos.

"Me parece fascinante, con mucha emoción y la gente lo disfruta", opina una visitante que ha acudido a "La Recuerda" en cinco años distintos, acompañada de sus hijos. "Supimos de esta fiesta tradicional y no podíamos perdérnosla, es maravilloso", compartió Juan Gaspar, turista español.

Las bolas incandescentes son lanzadas entre dos bandos. / Fotos: Emerson del Cid
Las bolas incandescentes son lanzadas entre dos bandos. / Fotos: Emerson del Cid



Cabe mencionar que, según los habitantes de Nejapa, la tradición precisamente recuerda las erupciones antiguas del volcán Quezaltepec o de San Salvador, pero también hay una referencia católica, que atribuye las bolas incandescentes a los ataques que el diablo hacía al patrono de la ciudad, San Gerónimo Doctor, cuando este se disponía a orar, una intención que nunca se vio truncada.

Este año, como en algunos anteriores, la tradición más bien fue la que se vio amenazada por las lluvias, que lograron opacar algunas de las actividades del día, como el tradicional desfile, pero no el lanzamiento de las bolas, que una vez más fue todo un éxito entre el público, fuegos artificiales frente a la parroquia de San Gerónimo Doctor, toritos pintos y un festival de comidas típicas.

El fuego cruzado es literalmente es vivido por el público, bajo su propia responsabilidad. / Fotos: Emerson del Cid
El fuego cruzado es literalmente es vivido por el público, bajo su propia responsabilidad. / Fotos: Emerson del Cid



Esta actividad extrema pone broche de oro al mes de agosto y también es el banderazo salida para la temporada de fin de año, el último cuatrimestre que viene cargado de tradiciones y fiestas. La próxima cita es el 7 de septiembre en la procesión y festival de los Farolitos, en Concepción de Ataco, Ahuachapán, que ilumina de colores una noche dedicada al nacimiento de la Virgen Niña o Virgen María.

La fiesta se realiza solo una vez al año y esta vez la lluvia no logró apagar el show. / Fotos: Emerson del Cid
La fiesta se realiza solo una vez al año y esta vez la lluvia no logró apagar el show. / Fotos: Emerson del Cid



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