A pesar de su impacto cultural y de su capacidad para explorar temas profundos a través del suspenso, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas a menudo ha marginado las películas de terror durante casi un siglo de los premios Óscar.

Sin embargo, en las nominaciones para este 2025, una luz distinta se asoma para el género: “The Substance” (La Sustancia), dirigida por la francesa Coralie Fargeat y que se convirtió en la séptima cinta de terror en ser nominada en la categoría principal, a la Mejor Película.

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Este logro histórico plantea una pregunta clave: ¿por qué el terror ha sido tan relegado en las premiaciones más importantes del cine? Y más aún, ¿qué significa para el género esta nominación?

El estigma del terror

Desde sus inicios, el terror ha enfrentado estigmas que lo clasifican como entretenimiento de bajo perfil, reducido a sustos fáciles y sangre excesiva (gore). Sin embargo, grandes producciones han demostrado que el terror puede ser una herramienta poderosa para abordar temas complejos, desde las luchas internas de la humanidad hasta las ansiedades sociales.

La nominación de “La Sustancia”, que combina horror corporal con una crítica incisiva sobre la industria del espectáculo y el envejecimiento, marca un punto de inflexión. La película recibió cinco nominaciones, incluidas la de Mejor Actriz para Demi Moore, así como la del Mejor Maquillaje, consolidándose como una de las favoritas.

Pero esta no es la primera vez que una película de terror logra irrumpir en la categoría de Mejor Película; cada caso previo ha sido una excepción notable con un estilo único en un mar de omisiones.

Las obras maestras

A lo largo de 97 ediciones, solo seis películas de terror han sido nominadas a la Mejor Película:

"El exorcista" (1973): Pionera en su género. Aunque no ganó esta categoría, dejó su huella con nueve nominaciones, incluyendo la nominación a Ellen Burstyn como Mejor Actriz. Además, William Peter Blatty recibió el Óscar a Mejor Guion, así como Robert Knudson y Chris Newman, recibieron la estatuilla al Mejor Sonido, en un equipo también integrado por el mexicano Gonzalo Gavira (1925-2005). La historia de una posesión demoníaca; no sólo aterrorizó al público, sino también desafió los límites de lo aceptable en el cine de la época.



"Tiburón" (1975): Aunque algunos más bien la clasifican como un thriller, el impacto aterrador de este clásico dirigido por Steven Spielberg la coloca en el ámbito del terror. Ganó tres Óscar: incluidos Mejor Banda Sonora y Mejor Sonido, aunque no logró llevarse el premio principal.



"El silencio de los inocentes" (1991): Un caso excepcional en la historia de los Óscar, siendo la única cinta de terror que ha ganado la categoría de Mejor Película. Su retrato detectivesco del asesino Hannibal Lecter y Clarice Starling también le valió premios a Mejor Actor para el actor británico Anthony Hopkins; Mejor Actriz para la talentosa Jodie Foster; y Mejor Director para Jonathan Demme; así como, Mejor Guion Adaptado.



"El sexto sentido" (1999): Este relato sobrenatural, que puso de moda los finales sorpresa, obtuvo seis nominaciones, incluyendo Mejor Actor y Mejor Actriz de Reparto, aunque no ganó en ninguna categoría. Su combinación de drama, horror y suspenso sigue siendo un referente en el cine contemporáneo.



"El cisne negro" (2010): Este horror psicológico del director Darren Aronofsky exploró las profundidades de la obsesión y la autodestrucción a través de la danza clásica. Natalie Portman ganó el Óscar a Mejor Actriz por su interpretación de Nina Sayers, una tensa bailarina consumida por la presión del perfeccionismo. La cinta recibió tres nominaciones en total.



"Get Out" (2017): Una innovadora fusión de terror y comentario social, esta película dirigida por Jordan Peele, narra la travesía de un fotógrafo afroamericano que es invitado a pasar un fin de semana con la familia de su novia, descubriendo impactantes secretos que ponen su vida en peligro.

La cinta obtuvo cuatro nominaciones y ganó el premio a Mejor Guion Original, abriendo una inquietante conversación sobre el racismo y la opresión en un contexto aterrador.




La nominación de "La sustancia" no solo es un reconocimiento a un filme tan grotesco como brillante, pero también una señal de que la percepción sobre el género de terror puede cambiar. La crítica ha elogiado su originalidad y profundidad temática. Y Nicholas Barber, de la BBC, alabó la actuación de Demi Moore: “Es su mejor papel en décadas”.

Además, el 2025 parece ser un año especial para el terror, con otras producciones como “Nosferatu” (2024) de Robert Eggers también nominada en tres categorías.

Otras películas desfilaron de manera histórica en los Óscar, como “Psicosis” (1960), “El bebé de Rosemary” (1968) -de hecho, Ruth Gordon ganó como Mejor Actriz de Reparto y Roman Polanski también fue nominado al Mejor Guion Adaptado- o “Alien: el octavo pasajero” (1979), siendo nominadas en categorías menores, aunque ignoradas en la principal.