Durante los 26 meses de pandemia en El Salvador, solo abril del 2020 registra igual cantidad de fallecimientos, pero en aquel entonces, esos nueve salvadoreños arrebatados por el SARS-CoV2 eran la cifra más alta del momento.
En abril de 2022, el Gobierno no reportó ninguna muerte durante 22 días y hubo cero decesos en la última semana del mes.
Quiénes eran.
De las nueve víctimas, siete fueron hombres y dos mujeres, cuatro tenían entre los 60 y 70 años de edad y tres fueron mayores de los 80 años, otro más tenía entre 40 y 50 años de edad.El Gobierno no revela más datos sobre los fallecidos y de hecho no actualiza datos de contagios sobre la pandemia desde el pasado 9 de abril, cuando registraron 12 casos al día.
En toda la pandemia, los meses más mortales han sido octubre del 2021, donde unos 393 salvadoreños perecieron a causa del covid-19, seguido de septiembre de ese mismo año, donde hubo 319 muertos; en ambos meses ocurrió la tercer ola de contagios, a causa de la variante Delta.
El tercer mes más mortal fue enero del 2021, durante la segunda ola de contagios y el cuarto mes más mortal, al momento, fue agosto del 2021, cuando empezaba la segunda ola.
Mientras que el quinto mes más mortal fue julio de 2020, en pleno apogeo de la enfermedad, y durante la cuarentena domiciliaria obligatoria para la población.
El Salvador al ser un país de bajo riesgo puede tener la oportunidad de no tener la obligatoriedad en el uso de la mascarilla”. Francisco Alabí, ministro de Salud/ 21 de abril
En total, han muerto 4,128 salvadoreños a causa del virus SARS-CoV2 en El Salvador, según los datos oficiales, pero estudios internacionales indican que el subregistro de muertes es de más del 400 %.
De esas 4,128, unos 972 han sido salvadoreños entre los 70 y 80 años de edad y 939 que rondaban entre los 60 y 70 años. El tercer grupo etario más afectado es el de mayores de 80 años, donde ya han muerto 857 personas.
En el otro extremo de la vida, 12 menores entre 0 y 10 años, también han sido víctimas mortales del covid-19.
Voluntario.
Mientras las muertes bajaban, el Gobierno decidió que las mascarillas serían voluntarias para los salvadoreños, argumentando que el país es de “bajo riesgo”, pero condicionó que para optar no ponerse tapabocas, las personas deben tener el esquema de vacunación completa y tener acceso a pruebas para detectar el virus.No obstante, aquellas personas que tengan algún riesgo o comorbilidad deberán consultar con su médico para decidir si usan o no la mascarilla.
Ese día, el ministro de Educación, Mauricio Pineda, también anunció que no sería obligatoria la mascarilla en las escuelas, colegios y universidades.
Médicos privados han dicho que la medida es positiva y que se debe buscar la normalidad y convivir con el virus, pero otros, como el infectólogo Jorge Panameño, han señalado que el Gobierno debió ejecutar el relajamiento de la medida, de forma progresiva.
En sondeos, los salvadoreños han señalado que seguirán usando la mascarilla por precaución, porque el virus sigue; sin embargo, es común ver en los mercados que su uso es nulo, no así en centros comerciales y algunas calles concurridas, donde aún los rostros son cubiertos.