La mujer condenada era la esposa de la víctima y buscaba cobrar seguros de vida de su esposo.
La condena se basó en la confesión en sede fiscal del hombre, quien dijo que la mujer le entregó un cuchillo militar para cometer el crimen al interior de la vivienda en la residencial Valencia, Ciudad Real, en distrito de San Sebastián Salitrillo.
Durante el juicio, se presentaron pruebas como bitácoras de llamadas, análisis de activación de antenas, videos de cámaras de seguridad y testimonios.