“Como comisiones estamos haciendo los esfuerzos para tener el banco genético que coadyuve como herramienta de búsqueda, ahí se ciñe nuestro mandato”, aseguró Flores en su testimonio frente a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), quien la escuchó en la audiencia del caso Cuéllar versus El Salvador.
Flores explicó que aunque su nombre señala que buscan a los desaparecidos del conflicto, su mandato es más amplio porque también buscan a personas que desaparecieron en la década de 1970, la antesala a la guerra civil salvadoreña.
Aseguró que han hallado a 31 adultos desaparecidos entre los años 70 y 1992; cuatro desaparecieron en los años 70 y el resto de principios de los 80, hasta el año 83.
Fichas.
Flores también explicó a la Corte Interamericana que la Comisión revisa 1,500 fichas de personas no identificadas, que han sido inhumadas en cementerios “cuyas partidas fueron entregadas por la alcaldía de San Salvador”.La coordinadora de la Comisión agregó que estas fichas tienen datos como una edad aproximada de la persona que fue enterrada, pero que no fue identificada; una estatura aproximada, el sexo y otros elementos del perfil biológico que pueden ayudar a identificarlos.
Bajo decreto presidencial, el 21 de agosto de 2017 fue creada la la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas en
el contexto del conflicto armado en El Salvador (CONABUSQUEDA), como respuesta a la lucha de las víctimas, y actualmente está bajo la jurisdicción del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Flores dijo esta semana que la Comisión tiene un presupuesto de $486,485 para su funcionamiento, y está conformada por 15 personas, de estas, cuatro trabajan en la búsqueda de la niñez desaparecida, e igual número en la búsqueda de adultos; además, tienen tres personas para dar acompañamiento psicosocial y el resto, es personal administrativo.
Agregó que en caso de necesitar otros recursos, la cancillería les apoya como el caso del transporte para buscar información de los desaparecidos.