Con globos, rosas y carteles que contenían frases de bienvenida y los nombres de sus familiares, los salvadoreños estaban sin despegar la vista de la plaza de bienvenida con el fin de lograr ver los rostros de familiares, amigos y parejas que desde hace años no visitaba el país o de aquellos que vienen cada año.
En compañía de su familia, Sandy Medrano aguardaba con ansias el arribo de su hermana mayor Doris Medrano, con quien después de 30 años se reencontraron.
“Tenía 30 años que no veía a mi hermana, me hacía falta un montón”, expresó Sandy.
La hermana pequeña de los Medrano explicó que hasta este año su hermana consiguió el permiso en el TPS (Estatus de Protección Temporal) para poder viajar de vuelta al país. La entrada de Doris fue con lágrimas en los ojos.
Abrazo lejano
Al otro extremo de la plaza de bienvenida, con globos y un ramo de flores, la familia Mazariego esperaba la llegada de Miguel Angel Mazariego, quien tenía 20 años de residir en el extranjero.“Estamos esperando con mi familia a mi hermano que tenemos 20 años de no verlo, Estamos agradecidos con Dios porque lo vamos a volver a ver y es una oportunidad como familia ahora reunirnos en estas fiestas navideñas”, expresó Celia Mazariego, hermana de Miguel Angel.
Celia mencionó que junto a su hermano, lo acompañaba su hijo de 13 años, a quien conoció ayer por primera vez. Entre los planes que tiene la familia Mazariego para las próximas festividades decembrinas y de fin de año es “pasarla en familia, hay oportunidades que no hay que dejarlas pasar como estar en familia”, resaltó.
La mujer comentó que su madre tiene 83 años y uno de sus sueños es volver abrazar a su hijo menor, es decir a Miguel Angel, así como conocer a su nieto.
Afluencia de hermanos lejanos
Diciembre es uno de los meses de mayor afluencia de visitantes que registra el aeropuerto, esto debido a que las familias se unen a las festividades de fin de año para compartir con los hermanos lejanos que retornan a El Salvador.Uno de ellos fue, Héctor Maldonado junto a su esposa esperaban con arreglos y un peluche en mano la llegada de Jessica, su nieta de 13 años. La pareja de avanzada edad, quien visitaba por primera vez a sus abuelos maternos. “Estamos esperando a mi nieta con una gran alegría, es la primera vez que ella viene a conocernos. Aquí estamos con mi esposa esperándola”.
Por otra parte, la familia Santos viajó desde Cabañas para recibir a María, quien desde hace un dos no regresaba al país, y en esta oportunidad viajó junto a sus dos hijas para pasar las fiestas de fin de año.