Docentes agremiados a Bases Magisteriales Salvadoreñas afirmaron ayer que los centros educativos del sector público del país solicitan préstamos en librerías y ferreterías para seguir con el funcionamiento de la institución, ante la falta de presupuesto escolar.

“Los directores y directoras van a las librerías a que les den crédito de papelería, de cartulina y van a las ferreterías a pedir que les vendan al crédito lámparas, extensiones para instalaciones eléctricas y les están cobrando, creen los dueños de esos negocios que es negativa del director de no pedir dinero”, informó el secretario general de dicha gremial, Jorge Villegas.

El sindicalista señaló que el presupuesto escolar asignado este año consta de $1,500 y se realiza en dos pagos de $750. “¿Qué ocurre? solo han recibido $292.50 de esos $1,500 que deben de recibir”, puntualizó el sindical.

Villegas explicó que la falta del presupuesto afecta las finanzas de las escuelas, debido a que algunos centros escolares utilizan los fondos para la compra de materiales así como reparaciones que necesite la institución.

El secretario de organización de la misma gremial, David Rodríguez, señaló que ante la falta de pago de lo adeudan las escuelas, los negocios se niegan a continuar ayudando a los centros escolares con créditos.

“Hemos llegado a librerías donde nos dicen ‘ya no le puedo dar fiado’ porque ya no se sabe si van a depositar más dinero, nos han dado $292.50”, indicó Rodríguez.

Ante ello, exigen al Ministerio de Educación que se entregue el dinero faltante del presupuesto con el propósito que los fondos sean utilizados en las escuelas. “Exigimos al Ministerio de Educación que entregue el presupuesto escolar para que sea utilizado en los centros educativos”, manifestó Villegas.

“Realmente ni es comprensible el hecho de que a esta altura del año el Ministerio de Educación no entienda que las escuelas no pueden funcionar solamente con papel, que nos den $292.50 a siete meses del año”, aseveró el secretario de organización, Rodríguez.

Los docentes aseguraron que los mismos educadores han tenido que cubrir las necesidades de las instituciones con fondos propios.

Falta de herramientas

Por otra parte, Bases Magisteriales expuso que encargados de supervisar la sección de parvularia de los centros escolares exigen a los docentes que el recinto escolar cuente espacios adecuados de aprendizaje de los niños, no obstante aseguraron que carecen fondos para la compra de herramientas que solicitan.

“Los asesores técnicos educativos llegan a las escuelas de parvularia y primeros grados a revisar si las escuelas tienen los juegos que deben de tener, eso es bueno, el problema es que no les han entregado el dinero para comprar dichos juegos si no han recibido dinero”, destacó Villegas.

Rodríguez señaló que solamente a dos escuelas en el municipio de Colón les dieron fondos para la adquisición de las herramientas que solicita la cartera de Educación.

“Le han exigido al maestro que tenga todas las zonas de aprendizajes con materiales lúdicos, en tal sentido pueden exigirle a los profesores siempre y cuando hayan acompañado el proceso, pero ni siquiera los gestores conocen las estrategias nuevas que han implementado”, aseveró el secretario de organización de Bases Magisteriales.