El estudio destaca que de ese número total, en la actualidad, unos 2,397 casos están activos. Sobre el resto de la cifra no se conoce con certeza si aparecieron vivos o muertos, debido a la falta de información de las autoridades del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública.
“En ese periodo del 2019 a 2022, los desaparecidos son 6,443, de los cuales los activos pudieran llegar a ser 2,397, es un número bastante alto. ¿Qué hace el Estado y Gobierno de El Salvador? Esa es la respuesta que le debe de dar el Estado a las víctimas”, afirmó Henry Fino, director de Fespad.
Agregó que, según el análisis, el tema no ha sido abordado con seriedad ni se ha buscado soluciones o buscar responsabilidades, sino que se ha traajado desde escritorios, “ignorando a las víctimas”.
Por su parte, Benjamín Cuéllar, consultor de la investigación, añadió que las cifras reflejan que El Salvador es un “enorme cementerio clandestino”, ya que según el estudio de Fespad, en el país hay al menos unos 277 cementerios clandestinos ubicados solo en diez municipios.
Cuéllar también explicó que el estudio refleja que durante la aplicación del régimen de excepción siguieron las desapariciones de personas, ya que contabilizan unas 672 denuncias solo de enero a junio del 2022.