Casi diez años ha tardado el proceso penal contra la familia Flores Batres en llegar a juicio. Ayer el Tribunal Tercero de Sentencia instaló la vista pública, donde siete personas son procesadas por supuestamente haber lavado $14 millones.

La versión fiscal es que el caso inicia el el 5 de julio del 2012, cuando agentes de la División Antinarcóticos (Dan), de la Policía Nacional Civil, “descubrieron” $196,000 en efectivo a Jaime Alberto Flores quien viajaba a Lima, Perú.

Al ser abordados por los agentes manifestaron que el dinero era para invertir en ese país, donde tenían una empresa dedicada a la construcción, pero no les creyeron.

A partir de ahí, la Fiscalía General de la República retomó el caso y encontró indicios de movimientos millonarios, que según los fiscales es un aparente lavado de dinero. Al principio, la familia fue acusada de lavar $18 millones, luego la cifra se redujo a $12 millones y tras una pericia a juicio la acusación llegó por $14 millones.

No es la primera vez que llegaba al aeropuerto con fuertes cantidades. Sacaba el dinero de manera inusual, ahí están los canales financieros”. Fiscal del caso


En los alegatos iniciales, la Fiscalía expuso que no era la primera vez que Jaime Flores Batres viajaba con fuertes sumas de dinero en efectivo. En enero de 2012 ya había llevado unos $73,000 y luego llevó $203,000, una de las cifras más altas. “Sacaba el dinero de una manera inusual, ahí están los canales financieros”, dice el fiscal.

La fiscalía cuestiona que no existe un origen de las cantidades millonarias y que el perfil de Flores Batres no es el de un empresario y cuestiona que según su DUI es un carpintero.

La Fiscalía sostiene que él alimentaba las cuentas de su madre, hermanas, hermano y familiares; además lo relacionaron a un hallazgo de heroína en un vehículo Prado.

No es cierto que el dinero fue encontrado, sino que él (Jaime) lo declaró. Declaró procedencia y origen, al llegar a Perú lo declara”. Defensora de Jaime Flores Batres

“Es un empresario inteligente”: Defensa.

Sin embargo, en una exposición hecha por los defensores de la familia Batres, explicaron al Tribunal que el origen de los fondos fueron las empresas de construcción en Estados Unidos que conformaron cada quien por su lado, Jaime Flores Batres y Giovanny Flores Batres, sin embargo, para la crisis de los inmuebles en 2009, deciden regresar a El Salvador y traerse su capital, que es traído vía transferencia y cheques de gerencia. Aquí invirtieron en compra de inmuebles, vehículos y depósitos a plazo.

El defensor de María Verónica Rodríguez de Flores explicó que junto a su esposo Giovanny (fallecido) conformaron un patrimonio de más de $2.2 millones.

En el caso de Jaime, por una amiga de su exesposa de nacionalidad peruana supo de una oportunidad de invertir en Perú en el negocio de la construcción, viajó allá y los bancos de ese país negaron créditos, por ello decidió llevarse su capital semilla, al principio lo hico por transferencia bancaria, pero las instituciones financieras de ese país tardan hasta seis meses en liberar el dinero, según la defensa.

Por ello decidió llevarselo en efectivo, declarándolo en el aeropuerto. “No es cierto que el dinero fue encontrado, sino que él lo declaró, declaró procedencia y origen”, dijo la defensora que agregó que fiscalía tiene auxilios judiciales de Perú y Estados Unidos que prueban estos hechos.

La defensa también dijo que no es cierto que manejaba una camioneta Prado “Fue conducido por agentes de la Dan antes de la experiticia”, zanjó.