Inocente Orlando Montano, excoronel y exviceministro de Seguridad Pública de El Salvador, es uno de los cuatro militares a quienes este viernes un tribunal de San Salvador le giró orden de captura por sus vínculos con el asesinato de seis sacerdotes jesuitas y dos de sus colaboradoras en noviembre de 1989 en el campus de la Universidad Centroamericana, sin embargo, él ya se encuentra cumpliendo una condena de 133 años de prisión por ese hecho en España.

Montano, de 79 años, fue extraditado en 2017 desde Estados Unidos por pedido España para encausarlo por el asesinato de cinco de los jesuitas, oriundos de aquel país.

En septiembre de 2020, un juez español le condenó a 26 años con ocho meses y un día por cada crimen. La justicia española tipificó el delito como "asesinatos de carácter terrorista".

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En febrero de 2021, el Tribunal Supremo de España ratificó la condena, sin embargo, la ley ibérica contempla la pena máxima a cumplir en prisión de 30 años.

Hoy, el Juzgado Tercero de Paz ordenó la captura del expresidente salvadoreño Alfredo Cristiani y del exdiputado del Partido Demócrata Cristiano (PDC) Rodolfo Parker, así como de los antiguos mandos militares Inocente Orlando Montano, Nelson Iván López, Joaquín Armando Cerna Flores y Óscar Alberto León Linares.

Por otra parte, la misma instancia dio medidas alternas a la prisión preventiva a Juan Rafael Bustillo Toledo, Carlos Camilo Hernández Barahona, Manuel Antonio Rivas Mejías, Juan Orlando Zepeda y Rafael Humberto Larios López, alegando razones humanitarias.

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Los sacerdotes españoles Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, Amando López Quintana y Juan Ramón Moreno fueron ejecutados el 16 de noviembre de 1989 por el batallón Atlacatl de la Fuerza Armada salvadoreña en el campus de la Universidad Centroamericana. Junto a ellos también fueron asesinados el sacerdote salvadoreño Joaquín López, la empleada de los sacerdotes, Elba Ramos y su hija de 16 años, Celina Ramos.