Basándose en los datos del Centro de Predicciones Climáticas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Marn) prevé que el fenómeno de La Niña se fortalezca entre octubre y diciembre de 2024 y podría extenderse hasta inicios del año 2025.

"El pronóstico más reciente muestra una transición a fase fría (La Niña) durante el trimestre agosto- octubre 2024 (70%) continuando bajo la influencia de la Niña lo que resta del 2024 y esperando un fortalecimiento para trimestre octubre-diciembre (79%)".
Informe climatológico de julio de este año del Marn.


La gráfica que plantea el Centro de Predicciones Climáticas de la NOAA y que reproduce Medio Ambiente anticipa que La Niña se extendería hasta los primeros cuatro meses del año 2025; y sería en febrero o marzo que empezaría a descender.

La semana anterior, la NOAA señaló que La Niña se retrasó y surgirá a partir de agosto próximo, con ello, se explica que las lluvias que ya empezaron a caer en El Salvador no son el resultado de la Niña, sino de la fase neutra de El Niño. Con esto, también indican que La Niña se desarrollará entre septiembre y noviembre próximo.

Medio Ambiente también dice en el informe climatológico que las lluvias han sido irregulares este año, luego de que en mayo, las precipitaciones disminuyeran e inmediatamente, el siguiente mes, superaron su promedio normal.

En El Salvador, la llegada del invierno se retrasó, pero su inicio fue violento con una serie de tormentas y un temporal que dejó 19 fallecidos oficialmente y más de 4,200 evacuados.

En junio, el ministro de Medio Ambiente, Fernando López, anunció que El Niño ya estaba en fase neutra y que se acercaba La Niña.

La región ha estado bajo la influencia del fenómeno de El Niño desde junio de 2023, cuando se confirmó el aumento de las temperaturas en el Océano Pacífico, y aunque se creía que este fenómeno se mantendría todo el año 2024, a finales del año pasado, la previsión cambió anticipando la llegada de La Niña.

El fenómeno de El Niño implica una reducción en las lluvias y puede causar sequías, mientras que La Niña es abundancia de lluvias, pero su aparición está asociada con inundaciones y tragedias del invierno.