Hoy se cumplen 47 años de la masacre estudiantil del 30 de julio de 1975 donde un número, aún indeterminado de estudiantes y trabajadores organizados de la Universidad de El Salvador (UES), fueron masacrados por militares durante la marcha, contra el gobierno del entonces presidente coronel Arturo Armando Molina. A la fecha aún se busca identificar con nombres y apellidos a las víctimas de ese hecho.

La secretaria de la Comisión de Investigación y Memoria de la UES, Sofia Briones, explicó que la búsqueda es una forma de reparación institucional por los hechos.

De momento, han identificado preliminarmente a 17 personas que fueron masacradas y otras 38 personas desaparecidas. Así mismo, contabilizan 19 personas que resultaron heridas.

“Tenemos identificados con nombres y apellidos a algunos estudiantes, pero nos faltan más nombres, pero el patrón que se dio en ese momento es que la mayoría desaparecieron, unos cuantos fallecieron en hospitales a raíz de las heridas... Hemos hecho un llamado para trasladar este mensaje a personas que puedan tener información sobre víctimas de la masacre de la universidad y familiares que quieran compartir sus historias”, dijo Sofia Briones.

Como medida de reparación, la UES ha entregado siete títulos póstumos a estudiantes universitarios que fallecieron en la escena represiva, que fueron identificados porque tras la masacre hubo un levantamiento de cadáver por las autoridades de ese entonces.

Briones aseguró que es “una tarea titánica” la investigación sobre la masacre de los estudiantes del 30 de julio, ya que durante la época los archivos de la UES fueron “saqueados durante las intervenciones militares” , y la investigación se ha realizado solo con aportes de informes de Tutela Legal del Arzobispado, la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador, informes de denuncias internacionales , y testimonios.

“Ese número de víctimas, hemos logrado identificar ese arraigo con la universidad, en el sentido que hemos podido identificar el número de carnet de algunos y eso nos ha llevado a su registro académico y por tanto podemos establecer que eran estudiantes de la universidad”, aseguró Briones.

Reparación.

Ayer las autoridades de la UES, develaron una placa conmemorativa donde familiares de víctimas participaron en su construcción. La baldosa junto a una ofrenda floral fue colocada por las autoridades universitarias en la 25 Avenida Norte, en las cercanías del Hospital Rosales, lugar donde los estudiantes universitarios fueron masacrados.

Ayer, familiares y autoridades de la UES hicieron una ofrenda floral. / Cortesía UES
Ayer, familiares y autoridades de la UES hicieron una ofrenda floral. / Cortesía UES



“Tenemos la obligación de darle seguimiento a este tipo de eventos y por supuesto a llevar que los universitarios no perdamos de vista la memoria histórica...a darle cumplimiento a esa visión de autoridad en función que se esclarezca lo que un 30 de julio de 1975 decidió el asesino coronel Arturo Armando Molina”, dijo ayer, el vicerrector de la UES, Juan Rosa Quintanilla.

Añadió que darán un “acompañamiento hacia la eternidad” en función del respeto de la autonomía universitaria, ya que están en la obligación de evitar la “intromisión” de los gobiernos en la decisión de la universidad.

Actividades.

Estudiantes organizados de UES convocaron ayer a una marcha para este sábado para conmemorar la masacre estudiantil del 30 de julio de 1975.

“La marcha a partir de las 2:00 de la tarde en el portón de ANDA, el lugar histórico donde inició (la marcha) y nos trasladaremos hacia el puente cerca del hospital Rosales donde inició todo lo que hoy conocemos”, dijo Marvin Rivera, estudiante organizado.

Además, detallaron otras actividades como la colocación de una ofrenda floral en las cercanías de donde sucedió la masacre, y una vigilia en el campus central de 6:00 de la tarde a 12:00 de la media noche.

Los estudiantes pidieron a las autoridades del país una investigación para deducir y esclarecer quiénes fueron los responsables y autores intelectuales de la masacre. Como medida de reparación solicitaron una plaza conmemorativa llamada “Héroes y Mártires”.

El 30 de julio de 1975 se gestó la masacre de estudiantes de la UES, que fue intervenida por el ejército nacional mientras realizaban una protesta. El ataque sucedió en horas de la tarde el 31 de julio de 1975 en la 25 avenida Norte, cerca del ISSS y del hospital Rosales.

La protesta se gestó porque cinco días antes, un desfile bufo del Centro Universitario de Occidente fue reprimido por el ejército. Ese día, los universitarios pedían respeto al coronel Molina, que ganó las elecciones de 1972.