El golpe del martillo sobre las láminas y el cortar de la cierra eléctrica es el sonido que sobresalía en la 6ª calle Oriente y 2ª avenida Sur, de San Salvador, mientras que los vendedores de ese lugar, acompañados de empleados de la alcaldía, desmotaban los puestos donde han ganado su sustento por años.

Entre los constructores chinos y del Ministerio de Obras Públicas que caminan de un lado a otro, se confundían un grupo de vendedores que sacaban sus pertenencias, y otros que acomodaban fruta, tal es el caso de doña Marta Jiménez, quien en la última década ha vendido tortillas y fruta sobre la 2a avenida Sur.

Ayer, relató que el sábado asistió a una reunión en el Centro Recreativo Don Rúa, donde el jefe de la unidad técnica de espacios públicos, Irving Rodríguez, los recibió manifestándoles que les tenía “una mala noticia”.

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La comuna capitalina les informó que debían desalojar la calle, debido al reordenamiento y al proyecto de cableado subterráneo de la Biblioteca Nacional que ejecuta el Gobierno en la calle donde ella trabaja.

Doña Marta acepta que veía venir este desalojo y dijo que no se opone, pero lamentó que le quiten su lugar de trabajo sin darle una respuesta sobre su reubicación de forma temprana. “Da tristeza, porque de la noche a la mañana a uno le quitan las oportunidades, ¿a mí a dónde me van a dar trabajo?”, cuestionó. “Es una vitrina la que quieren hacer creer que estamos bien, pero es mentira, porque al que más molestan es al pobre”, aseveró la señora. De momento, dice que se mantendrá una semana más, ya que los constructores han abogado por ella.

A una cuadra de ahí, en la avenida Cuscatlán, don Carlos Villanueva vende candados y artículos de talabartería; él dice que aún no les informan cuándo deben desalojar, pero está consciente que debe irse de ese lugar, porque “con este gobierno así son las cosas”.

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Intervención.

Actualmente, la comuna interviene la 6a calle Oriente, entre la 2a avenida Sur y la 4a avenida Sur, y la 2a avenida Sur, entre la 6a calle y la 8a calle Oriente.

Según el jefe de la unidad técnica en el espacio público de la comuna capitalina, Irving Rodríguez, desde el domingo cerca de cien vendedores empezaron a quitar sus puestos para seguir con el reordenamiento del Centro Histórico, esta vez, para dar paso al proyecto del cableado subterráneo que acompaña la construcción de la nueva biblioteca.

“El cableado subterráneo ya está las condiciones para comenzar, el cableado empieza esta tarde (ayer), a más tardar mañana; eso hemos estado hablando con los ingenieros, de donde hemos movido vendedores se van a abrir zanjas de tres metros por 80, dos metros de ancho, casi el ancho de la calle para poder generar las condiciones de agua potable, cambio de tubería y cableado subterráneo”, explicó Rodríguez.

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El funcionario añadió que la próxima semana seguirán las intervenciones de remoción de los vendedores “rumbo al poniente a la iglesia El Calvario”, para sumar otro centenar de comerciantes que deberán ser reubicados.

Actualmente, la comuna afirma que también ha hablado con los vendedores de la 4ª calle Oriente y Poniente; al Oriente se mantienen sobre las aceras y la calle fue despejada, pero al Poniente, los comerciantes siguen en la calle.

El último movimiento de vendedores ocurrió en marzo recién pasado, y desde entonces, la alcaldía ha asegurado que ya reordenaron el 90 % del Centro Histórico.