Proveedores de uniformes escolares pidieron este viernes al gobierno central una reunión para evaluar alternativas que no los deje sin trabajo, luego que el director de Centros Penales, Osiris Luna, anunciara que desde 2025 los uniformes de las escuelas públicas serán confeccionados por presos.

El representante de los proveedores, Marvin Chávez, explicó que solicitan al gobierno una audiencia con Casa Presidencial para evaluar las alternativas de trabajo a las que podrían acceder y aseguró que el Ministerio de Educación no les ha respondido sus solicitudes.

Chávez mencionó que actualmente en la base de datos de proveedores de uniformes hay 3,500 personas inscritas, es decir, con contratos firmados con el Ministerio de Educación, ellos contratan otros empleados en sus talleres, llegando a 25,000 en el gremio de los uniformes.

Los proveedores piden que el gobierno les dé condiciones para elaborar uniformes para ministerios y alcaldías, luego que Centros Penales anunciara que ellos harán los uniformes estudiantiles para 2025.

"Nosotros lo que queremos es una audiencia, una audiencia con Capres, que nos pongan una comisión porque realmente hemos mandado muchas solicitudes al Ministerio de Educación, pero lamentablemente no nos han querido atender, entonces veamos y sentemos, aquí no estamos para pelear".
Marvin Chávez, representante de los proveedores de uniformes.

El representante también dijo que hay otras instituciones gubernamentales, ministerios y alcaldías a los que pueden confeccionarles uniformes. Aseguró que no están en contra de la decisión de que sea Centros Penales quien elabore los uniformes para los estudiantes, aunque reconoció que no tienen los recursos para cumplir con los requisitos que actualmente les solicitan esas instituciones.

Proveedores de uniformes escolares piden al gobierno que les permita confeccionar uniformes en Ministerios y alcaldías. / Lisbeth Ayala.
Proveedores de uniformes escolares piden al gobierno que les permita confeccionar uniformes en Ministerios y alcaldías. / Lisbeth Ayala.



"Nosotros no estamos en contra de eso, o sea, perfecto, qué bueno que se haga de esa manera, lo que nosotros estamos preguntando ahorita ¿Qué alternativas nos van a dará nosotros como grupo?", cuestionó Chávez en declaraciones a medios de comunicación.

Además, expresó que los contratos que firman con el Mined les sirve como garantía ante las instituciones bancarias. "Los contratos servían para que nos den los préstamos con eso nosotros podemos trabajar, sacar adelante a nuestras familias" y sugirió que bajo las mismas condiciones con las que elaborar uniformes al Mined, así pueden elaborarlos para instituciones.

Por su parte, Ana Isabel Jiménez de Salas también representante de los proveedores detalló que "la gran mayoría de nuestra mano de obra somos de la tercera edad, pero nosotros vemos el problema de la tercera edad no hay trabajo para nosotros, también madres solteras que no tienen quién les cuide sus niños".

"Hemos quedado tan endeudados con los bancos y que no sabemos cómo vamos a pagar porque si ya no hay un segundo uniforme no sabemos cómo vamos a terminar estas deudas y lo que hacemos hincapié en cuáles son las perspectivas que nos va a dar el gobierno para un nuevo programa, nuevos proyectos".
Ana Isabel de Salas, representante de los proveedores.

Jiménez de Salas aseguró que se han quedado desgastados porque adquirieron deudas con bancos. "Nos hemos endeudado con máquinas y qué vamos a hacer con la maquinaria y sin el trabajo, si ahora casi todo mundo va a comprar ropa usada, las personas que mandan a hacer ropa son pocas", sostuvo.

Los representantes dijeron que aún no hay comunicación oficial con Educación sobre su futuro y recordaron que en las Direcciones Departamentales les dijeron que no tenían datos sobre sus contratos. Aseguraron que los pagos se realizan con retrasos, el segundo uniforme de 2023 se los pagaron hasta abril de este año y aún les adeudan el primer uniforme de 2024.

Ana de Salas, representante de proveedores de uniformes. / Lisbeth Ayala.
Ana de Salas, representante de proveedores de uniformes. / Lisbeth Ayala.