La visión humanitaria de un grupo de salvadoreños que surgió en 1993 ha perdurado tres décadas, logrando la ayuda a más de 350 niñas y niños en el país, que han tenido necesidades médicas ortopédicas y de quemaduras, a través de la Asociación Shriners El Salvador.

El pasado marzo, la Asociación Shriners cumplió 30 años de existencia en El Salvador y desde entonces ha logrado un arraigo en la sociedad salvadoreña, especialmente, con el subsidio y mantenimiento de la Unidad de Niños Quemados del hospital Benjamín Bloom, en San Salvador.

“Tenemos 30 años de estar acá y ¿quiénes son los Shriners? Son hombres de libre pensamiento, de buenas costumbres, que están interesados en poder ayudar a los niños, creemos que la niñez es el futuro de la humanidad”, define su actual presidente, Juan Carlos Otaegui en una entrevista con Diario El Mundo.

De hecho, el trabajo de esta asociación ya logró que su proyecto filantrópico sea el más grande en Centroamérica.

Un banco de piel, su proyecto ambicioso.

Actualmente, Shriners El Salvador está por equipar y capacitar al personal del hospital Bloom para poner en funcionamiento el primer banco de piel de la región, tras la firma de un convenio con el Ministerio de Salud.

“Firmamos un convenio con el Ministerio de Salud que incluye, el primer banco de piel de Centroamérica va a estar aquí en El Salvador, en este momento ya está en construcción. El convenio es el siguiente, el Ministerio de Salud hace la obra gris y el personal, y Shriners equipa el banco de piel y capacita al personal”, reveló Otaegui sobre el trabajo de la asociación. Este banco de piel estará ubicado en el sótano del hospital Bloom.

Dicho convenio también incluye dar 50 operaciones de escoliosis para niños, que serán realizadas en el hospital ortopédico Shriners en México, valoradas en $5 millones.

También, la capacitación para médicos salvadoreños ortopedas en el hospital mexicano de Shriners.

Además del convenio, la asociación ha adquirido un terreno en Antiguo Cuscatlán para construir una clínica de atención básica para niños quemados y de rehabilitación ortopédica, en los próximos meses.

La asociación costea sus proyectos de donaciones y actividades que son promovidas por ellos mismos.

El fez carmesí se ha convertido en el símbolo de ayuda a un niño, y ha sido la identificación de un miembro Shriners en el país en las últimas tres décadas. Prueba de ello han sido los traslados de niños con quemaduras severas, hacia el hospital Shriners en Galveston, Texas, en Estados Unidos para su recuperación especializada; el último fue un menor de 10 años, que sobrevivió a una explosión en el cantón Planes del Ranchador, en Santa Ana.

Los proyectos de Shriners en El Salvador


1.- Banco de piel
Shriners El Salvador equipará el primer banco de piel de Centroamérica en el sótano del hospital Bloom, en los próximos meses, además capacitará al personal que lo tendrá a cargo.

2.- Capacitaciones y cirugías
Shriners también dará 50 cirugías para niños con escoliosis, valoradas en $5 millones en el hospital de México, y capacitará a médicos ortopédas en ese nosocomio.

3.- Clínica
En Antiguo Cuscatlán, la asociación Shriners El Salvador planea construir una clínica de atención básica para niños quemados y de rehabilitación ortopédica.