Enma, Joseline y Marta tienen al menos tres aspectos en común, trabajan en Denison en el estado de Texas, son salvadoreñas y viajaron a Estados Unidos a través del programa de visas H2B.

Para Enma es la primera experiencia laboral con este tipo de visa de trabajo en Estados Unidos; a sus 30 años, en El Salvador trabajaba como asistente de maestra en un kinder en La Libertad, pero afirma que no podía mejorar económicamente, un cambio sustancial que vió desde agosto de este año cuando arribó a Texas.

Su mayor motivación para partir a trabajar a Estados Unidos fue ayudar a su familia “y lo he logrado”, afirmó.

Desde que llegó, el dinero ganado “lo voy invirtiendo en proyectos, mi casa necesitaba mucho y el dinero que iba teniendo lo iba mandando”, indicó a periodistas centroamericanos.

Joseline Benavides tiene dos temporadas de trabajo en Estados Unidos, gracias a la visa H2B. Salió del populoso Soyapango, y con los ingresos generados, ahorra para los estudios universitarios de sus hijos.

“Me di cuenta el año pasado por medio de una vecina, que asistimos a la iglesia, me comentó que anunciaron el programa. Apliqué y con mis datos y tardó como dos meses y me contactaron de Relaciones Exteriores”, recuerda sobre el proceso inicial.

La principal motivación de Joseline es que en el país no tenía un trabajo estable, pero ahora asegura que el proceso de visas H2B le ha cambiado la vida.

En pareja

La experiencia para la santaneca Marta Mojica es particular. Empezó a viajar hace tres años con visa H2B, después de laborar en la colocación de productos en supermercados en El Salvador.

La primer temporada de trabajo fueron cinco meses en la labor de ferias y carnavales, donde recorrió nueve estados y tuvo una experiencia laboral distinta.

Tras esa primera experiencia, y con los ahorros que tuvo, fue su esposo quien se animó a solicitar la visa.

“Pregunté si podía llegar conmigo, pero dijeron que nos iban a mandar separados y quizá como una prueba para ver si estando los dos no decidíamos quedarnos, pero los dos tenemos claro que no queremos raicar aquí”, relató Marta.

Entre los dos, asegura que ya pagaron sus deudas, compraron un vehículo en el país y en esta ocasión, planea estudiar inglés para mejorar su comunicación y aprender panadería y pastelería, debido a que sueña con una cafetería “pero en grande”.

Las tres laboran para una empresa que empaca comida mexicana, y aseguran que al llegar, fueron instaladas en apartamentos y para sorpresa de ellas, con muebles nuevos.

Estos beneficios fueron obtenidos a través del programa de visas de trabajo H2B, que para el año fiscal 2024 aumentará hasta un 700 % según el vocero de la embajada de Estados Unidos en El Salvador, Michael Brooks.

Desde El Salvador, las personas pueden buscar información para optar por estas visas a través del sitio web de la embajada de Estados Unidos en el país o através del sitio www.usaempleosv.com, las únicas dos vías para empezar el proceso.

El departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos anunció el 17 de noviembre que para este año fiscal 2024 pondrán a disposición 64,716 vacantes para visas H2B, de estas, al menos 20,000 serán para El Salvador.

Las autoridades estadounidenses han hecho llamados reiterados a los migrantes para que no busquen llegar a Estados Unidos de manera irregular, y que por el contrario, busquen estas opciones que garantizan una mejoría económica, tales son los casos de estas tres salvadoreñas que encontraron prosperidad, y cumplieron el sueño americano.

Las tres salvadoreñas también tienen un cuarto punto en común: si las vuelven a llamar para trabajar con una visa H2B, no lo dudarán.