Las autoridades de El Salvador aseguraron que quedan unos 8.000 pandilleros por capturar y son buscados intensamente en el territorio nacional, en países vecinos, en México y Estados Unidos, como parte de la "guerra" antipandillas del gobierno de Nayib Bukele.

"Es un aproximado de 8.000 miembros (de pandillas) que tenemos pendientes de capturar", según estimaciones del servicio de inteligencia, dijo el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, en un encuentro con corresponsales de medios extranjeros.

La mayoría son "homeboy" (pandilleros que tuvieron violentas ceremonias de iniciación) y la policía realiza un "barrido" para hallarlos, afirmó Villatoro en esa reunión en la que también participaron el fiscal general, Rodolfo Delgado, y el ministro de la Defensa, René Francis Merino.

"Ese Estado criminal paralelo al que nos enfrentamos (pandillas) está completamente destruido, obviamente hay remanentes, hay miembros homeboy", y esos "más de 8.000 objetivos" están en mira de las fuerzas del orden "para ir sometiéndolos a la justicia".
Gustavo Villatoro, ministro de Seguridad Pública.

En respuesta a una escalada de homicidios, Bukele impuso en marzo de 2022 un régimen de excepción que permite detenciones sin órdenes judiciales, y bajo el cual desde entonces fueron detenidas unas 83.000 personas.

Bukele dijo el 12 de noviembre que de ese total de detenidos unos 8.000 inocentes fueron liberados, pero según el fiscal Delgado "están [en libertad] con medidas cautelares" mientras avanzan sus procesos.

Amnistía Internacional, Human Rights Watch y otras oenegés locales aseguran que bajo el régimen de excepción ha habido miles de "detenciones arbitrarias" y más de 300 muertes bajo custodia estatal.

Bukele anunció el domingo que pronto podría "relajar" las medidas de seguridad, lo cual según Villatoro está en estudio.

Las pandillas, a las que el gobierno atribuye unas 125.000 muertes en tres décadas, operaban en el 90% del territorio y recaudaban unos 2.000 millones de dólares al año mediante extorsiones y otras acciones, explicó Villatoro.

Bukele ha destacado que El Salvador pasó de ser el país sin guerra más violento del mundo, con tasa de 105 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2015, al "más seguro del hemisferio occidental". El gobierno proyecta una tasa de 1,8 homicidios por 100.000 habitantes en 2024.