El FMI publicó la declaración del personal técnico al término de la misión del Artículo IV correspondiente a 2023. Este es un análisis frecuente que se hace en los diversos países miembros. Como suele suceder en este tipo de publicaciones, el lenguaje que se utiliza es diplomático intentando destacar aspectos positivos y poniendo como desafíos aquellos aspectos que en realidad son negativos.

El aspecto positivo que intenta destacar esta declaración del FMI es que hubo un crecimiento económico “robusto” en 2022, con un 2.8%. Ese crecimiento “robusto” ubica al país como el que menos creció en la región centroamericana. También destacan las mejoras en seguridad, el aumento de la inversión en educación (aunque omiten la caída en 2022 respecto a 2021), así como la apuesta por el turismo.

Sin embargo, como dice textualmente el FMI, las vulnerabilidades aumentaron el año pasado. La fragilidad de las finanzas públicas ha provocado una caída en las reservas internacionales del país. Por ejemplo, desde el gobierno se destaca como un logro el haber pagado el bono que se venció en enero, lo cuál además de no tener nada de extraordinario, se hizo no solo a costa de nuevo endeudamiento sino también tomando parte de las reservas para pagarlo. Asimismo, el gobierno depende cada vez más de la deuda interna, es decir que se están usando dinero de los ahorros de la población salvadoreña. Para ello se han reducido las reservas de liquidez que son el colchón que protege a las personas que tienen su dinero en los bancos. Para el FMI, el país sigue careciendo del acceso de los mercados internacionales, por lo que se prevé que no se pueda reponer ese colchón que protege a las personas ahorrantes.

Además, destacan problemas de opacidad, especialmente asociada al uso de dinero público para la implementación del bitcóin. Asimismo, llama la atención que hasta la fecha no se hayan concluido las auditorías sobre el gasto de emergencia relacionado con la pandemia, con fondos del FMI y del BID. Y reafirma que la gobernanza sólida, transparencia fiscal y rendición de cuentas son fundamentales para mejorar la gestión de los recursos

Sobre la tan cacareada reforma de pensiones el Fondo concluye la necesidad de tener un estudio actuarial independiente para asegurar la sostenibilidad del sistema, así como el hecho de que el aumento del 30% del monto de la pensión acelerará las disminuciones de fondos de las cuentas de individuales y, probablemente, se traducirá en mayores pasivos del gobierno a mediano plazo; es decir en una mayor carga al presupuesto público. Una factura que tendrá que pagar toda la población, incluso quienes no tienen ni tendrán una pensión.

Asimismo, el FMI plantea la necesidad de tener una verdadera planificación fiscal y señalan que, para lograr la sostenibilidad de la deuda, es necesario de un ajuste fiscal muy grande. Es decir, aumentar ingresos y reducir gastos. Lamentablemente, a pesar de la evidencia, el FMI por el lado de los ingresos únicamente se concentra en el aumento de los impuestos al consumo, como el IVA, lo cual en el caso de El Salvador podría provocar un aumento de la pobreza, en un contexto donde ya la situación económica de las familias se ha deteriorado.

En síntesis, aún con el lenguaje diplomático, el FMI advierte riesgos que ya se habían venido señalando por centros de pensamiento, entidades financieras y otro analistas. Por supuesto, para el gobierno es más fácil atacar a quienes señalen los aspectos que se deben mejorar, en lugar de debatir públicamente sobre qué medidas adoptar para corregir el rumbo económico.

En cualquier caso, más allá de la propaganda gubernamental, cada vez es más claro que el principal problema para la gente es el económico y donde peor sale evaluado el gobierno. No es de extrañar que en un contexto electoral se anuncien medidas que no tengan una lógica de mejorar vidas sino de asegurar votos.

Finalmente, un punto a destacar es lo que el informe no indica, por su naturaleza: lograr un Acuerdo de Servicio Ampliado para que el gobierno pueda acceder financiamiento con el FMI no está cerca de concretarse. Lo cual no es una buena noticia para el gobierno.