Por ello, sugiere que la ASA dé herramientas a las juntas de agua para optimizar sus sistemas administrativos, técnicos y financieros para garantizar el derecho humano al agua y al saneamiento.
“En lugar de generar condiciones para que estas cumplan con brindar un mejor abastecimiento, lo que están haciendo es garantizando que estas juntas de agua vayan directo a la quiebra”, prevé.
En primer lugar, López criticó las exigencias a las juntas de agua para aplicar al coeficiente 4. “Si usted no está legalmente inscrito, no se le aplica el valor de cero”, indica. Sin embargo, advierte que “tampoco puede trasladar esos costos a su usuario, porque se supone como que es agua de consumo doméstico no se le debe cobrar”.
“¿Quién le va a abastecer a estos usuarios del agua?, si las juntas de agua no son capaces de cumplir los requisitos que le demanda el Registro. Recordemos que muchas de las juntas de agua son administradas por la misma comunidad sin mucho conocimiento”, cuestionó López.
El reglamento especial de cánones, que da un canon de $0 por el uso del agua a las juntas, las obliga a estar inscritas en la ASA, para lo cual exige una serie de requisitos como presentar ante el Registro Nacional de los Recursos Hídricos su acta de constitución, personería jurídica, estatutos, asiento de inscripción. De las 2,500 juntas de agua en todo el país, hay un poco más de 300 legalizadas.