En El Salvador es el Ministerio de Relaciones Exteriores el encargado de legalizar los documentos para el exterior, mediante la “auténtica” o la “apostilla”.
La normativa equivale a cumplir la Ley de Procedimientos Administrativos, que establece que las certificaciones podrán ser expedidas y remitidas por medios electrónicos.
La apostilla es un sello que certifica la autenticidad de la firma y el título bajo el que actúa la persona que firma el documento, y que puedan surtir efecto en el exterior.