En Nicaragua, monseñor Álvarez ha sido condenado a 26 años de prisión por delitos de traición a la patria, propagar noticias falsas y menoscabo de la integridad nacional, luego de que se negara a ser desterrado hacia los Estados Unidos junto a otras 222 personas que eran presas políticas. El cardenal Rosa Chávez contestó algunas preguntas a los periodistas presentes, sobre Nicaragua.
Cardenal, queremos hablar sobre la tristeza y el rechazo que ha emitido la Iglesia Católica en el mundo por la condena de monseñor Álvarez en Nicaragua.
Todos hemos sido unánimes en esa actitud de preocupación, todo el mundo está reaccionando, pidiendo oración para que esa paz llegue pronto a ese país hermano, pidiendo por sus pastores, por su gente, porque realmente es una situación muy dolorosa que a todos nos preocupa y nos entristece mucho. Esta misa ha tenido también esa intención, somos una iglesia en oración por un pueblo que sufre, ya hemos vivido eso nosotros también en nuestra propia tierra, antes, verdad, así que estamos muy cercanos y muy solidarios con el pueblo nicaragüense, con sus pastores y empezando por este pastor que está ahora está tras las rejas, verdad, siendo inocente.
El tema del encarcelamiento de sacerdotes parecía un tema superado en la región después de los regímenes militares...
Ciertamente el diálogo es la clave de solución, el Papa lo dijo ayer en el Ángelus, pidiendo que hubiera una actitud de diálogo para buscar la paz verdadera; sin diálogo no hay paz y aquí no tenemos una cultura de diálogo en el país, hay una actitud de confrontación, de descalificaciones mutuas, incluso hay insultos y ofensas, eso no lleva a la paz.
Por eso es que esta reunión que tenemos ahora, a partir de este día va a llevar un poco la dinámica de cómo construir un país nuevo, desde el entendimiento mutuo y desde el diálogo, la tolerancia mutua, porque todos tenemos derecho a una opinión, buscando, todos, la misma finalidad, el bien común del país; y eso es lo que la Iglesia siempre ha dicho y lo va a seguir diciendo toda la vida, aunque le cueste sufrimiento incluso como lo que estamos viendo esta semana en la nación de Nicaragua.
¿Considera que es posible el diálogo con el régimen?
Es el único camino que lleva a la paz, entonces, hay momentos como de máxima crispación, así nos pasó en el diálogo a nosotros también, después del diálogo hay que buscar soluciones, ya la cosa está tan tirante que no se puede seguir más lejos, por tanto, hay que buscar caminos de solución. Se supone que todos escuchemos y propongamos, y juntos busquemos lo mejor pensando en la gente, en toda la gente que sufre más.
¿Qué papel pueden jugar las autoridades de Estados Unidos en esta persecución que sigue en Nicaragua?
Hay siempre... Lo que pasó no es así nomás, fue un diálogo, una negociación, no fue totalmente coincidencial... Yo siento que es posible dialogar, buscar soluciones, así que por eso nunca vamos a dejar de proponer el diálogo como el único camino posible, el Papa lo dice continuamente, en esta situación hubo tanta paciencia de parte de la Iglesia, buscando caminos, se llevó a la tensión máxima pero hoy toca bajar las tensiones, serenarse y buscar lo mejor para todo mundo, y eso no puede ser posible sin una actitud de serenidad y también de saber escuchar y saber proponer con respeto, pero también con mucha claridad. No somos gente que está desesperada, creemos que es posible una solución, hemos pedido eso, el Papa lo pidió ayer, en América Central han dicho lo mismo, seguiremos trabajando en esa línea porque la paz sea posible.
¿Quisiera hacer un llamado para los feligreses?
Lo hemos hecho todos, verdad, en forma directa o indirecta, porque eso no tiene sentido, no tiene solidez jurídica, es un acto que no podemos tratar como justo, como adecuado, seguiremos orando para que esta paz llegue y llegue cuanto antes.
¿Qué mensaje quiere mandarle a las víctimas que están sufriendo en encarcelamiento en El Chipote y El Modelo?, tomando en cuenta que el régimen no es de buena voluntad que haya hecho esta negociación, sin embargo, hemos sabido que la Iglesia ha callado, sigue callando, ¿cómo valora usted el papel en su función de pastor, tomando en cuenta que monseñor Rolando Álvarez ha sido una voz crítica pero a la vez el pueblo en Matagalpa está necesitando esperanza y lo que considera usted que es un hecho lamentable?
Hay dinámicas que no se conocen así a simple vista, uno puede tener la actitud que de repente rompe todo y es de mucha paciencia, el Papa lo dijo ayer, pidió paciencia en el diálogo y confianza en el diálogo. Pero hoy cuando las cosas están tensas, o se rompe todo, o se organiza a bajar las tensiones, es lo que pedimos y es también humano, somos personas todos, tenemos derecho a una dignidad, un respeto y es lo que por ahora a veces se olvida, eso es lo que hace que parece bien posible, sin embargo, sus derechos, sus libertades, su derecho a disentir, eso es la parte básica de lo que es una división humanística de la realidad y de las personas. Nosotros no somos pesimistas. El diálogo es posible y es el único camino para lograr la paz en cualquier parte del mundo. Si no lo que estamos viendo a nadie le beneficia.