Sostuvo que un representante de una agencia estatal estadounidense “se quejó de que las sanciones” contra los jefes del sistema penitenciario salvadoreño, Osiris Luna, y de la Dirección de Reconstrucción del Tejido Social, Carlos Marroquín, “obligaron a sus colegas en el terreno a no tener contacto con estos individuos para poder seguir trabajando con las instituciones que dirigían”.
En la investigación “Un remedio para la fiebre carcelaria en El Salvador”, la organización propone que el gobierno invierta en rehabilitación de pandillas en busca de una solución sostenible ante riesgos de mayor violencia por parte de estos grupos criminales.
Para implementar este plan, Crisis Group también recomienda que el gobierno de Estados Unidos “podría mantener fuera del debate público, por el momento, su presión con respecto al declive democrático de El Salvador y la crisis humanitaria en sus prisiones” y que haya un respaldo extranjero “amplio” en donde todos, incluida Canadá y Unión Europea, empujen “en la misma dirección”. Señaló que la unión fue exitosa para detener la ley de agentes extranjeros en El Salvador.