En una audiencia ante el Comité de Derechos Humanos del Congreso de los Estados Unidos, el funcionario estadounidense dijo que les preocupa que el régimen de excepción no proporcione una solución duradera al problema de las pandillas. “Anticipamos impactos duraderos en los derechos humanos y el Estado de Derecho en El Salvador”, observó.
Mencionó: 1,979 menores arrestados, posibles detenciones arbitrarias de jóvenes de comunidades pobres por tener tatuajes, portando dinero en efectivo o protestando por la detención de sus familiares, al menos 73 muertos bajo custodia policial, cárceles sobrepobladas y violentas, 16,000 pandilleros confinados por 24 horas diarias con reducción de alimentación, reconocimiento de arrestos de inocentes y una legislación que “abre la puerta” a “acoso político de reporteros o medios” que cubran el tema de las pandillas.
Esto me recuerda la forma en que muchas historias que escuché cuando estaba ocurriendo la guerra y es una tendencia muy muy perturbadora”. –Jim McGovern, congresista demócrata de EE.UU.
Según el alto funcionario, las organizaciones de la sociedad civil “se están autocensurando y se están volviendo más cautelosas en la realización de actividades públicas”.
“El temor a represalias está aumentando, la contracción del espacio cívico en Centroamérica también amenaza la estabilidad, la prosperidad y la seguridad regional”, advirtió en la audiencia.
El congresista demócrata, Jim McGovern, quien dirigió la audiencia, manifestó su preocupación por la situación de El Salvador.
“Tenemos miembros de la prensa que se sienten obligados a huir de El Salvador muchas veces, muchas personas activas en la sociedad civil no sienten que pueden decir lo que creen por temor a que sean atacados por el Gobierno... Reciben amenazas”, aseguró. “Esto me recuerda la forma en que muchas de las historias que escuché cuando estaba en El Salvador en 1983, en 1984, y cuando estaba ocurriendo la guerra y así creo que es una tendencia muy perturbadora”, sostuvo.
Compartimos la preocupación y lo hacemos a través de nuestros programas de emergencia, estamos ayudando a grupos bajo amenaza”. Scott Busby, Subsrio. de derechos humanos de EE.UU.
En privado
El subsecretario también reveló que han expresado preocupaciones al gobierno de Nayib Bukele y que dicho gobierno ha demostrado su disposición a escuchar. También mencionó un cambio “pequeño pero importante” en la última extensión del régimen de excepción, al restaurar el derecho a la libertad de asociación.“Nos hemos coordinado con socios y aliados de ideas afines para comunicar inquietudes al gobierno de Bukele, incluso sobre la transparencia de los derechos humanos y el estado de derecho”, afirmó.
La subsecretaria adjunta de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Emily Mendrala, reiteró la posición de preocupación del Departamento de Estado de EE.UU.
“Algunas de las medidas tomadas durante el estado de excepción van en contra de los estándares de derechos humanos y son insostenibles desde una perspectiva práctica”, dijo.