Los acuerdos obligan a informar a su población sobre las leyes y los derechos laborales, “como el derecho a la seguridad ocupacional, la salud, un salario digno y el pago de horas extra”.
La secretaria del Departamento de Trabajo, Julie Su, aseguró que los migrantes, sobre todo los que trabajan sin haber logrado una residencia permanente, “son los más vulnerables a sufrir abusos”.
“Renovamos el compromiso que hicimos hace una década para asegurar que los derechos laborales de los ciudadanos de nuestros países sean respetados”, dijo.