Así lo ha sostenido el jefe de la Unidad de Servicios Informáticos (USI), Ignacio Villagrán, en dos ocasiones, así como también magistrados del TSE.
Esto ocurre porque, según el jefe de la USI, cada vez que un salvadoreño ejerce su voto en el sistema electrónico, desaparece el rastro del sufragio.
“Esto de los casos que ustedes nos decían de anular esos votos es muy difícil porque no podemos saber nosotros si nos dicen ‘esta persona hizo esto’, no podemos anular ese voto porque nosotros no podemos amarrar el voto con la identidad”, aseguró el técnico el 10 de enero en una conferencia de prensa frente a todos los magistrados del TSE.
“No podríamos anular ese voto porque desde el momento que pasa al aplicativo y se otorgan las llaves de ello se pierde el rastro completo de quién emitió ese voto”, reiteró.
Esto volvería imposible un recuento de votos electrónicos.
Ante la pregunta sobre si, después de la votación, era posible que alguien impugnara un resultado. “No, ya no, ahí ya estaría cerrado”, respondió el mismo técnico en otra ocasión.
La votación electrónica remota puede ser ejercida por 741,094 salvadoreños registrados con documentación domiciliada en el extranjero pero también puede ser ejercida de manera presencial desde el extranjero, el 4 de febrero, por cualquiera de más de 5 millones de salvadoreños que tienen DUI con domicilio en El Salvador o pasaporte y que se encuentren por cualquier motivo en el extranjero.
DEM