El Salvador es definido como una autocracia electoral según el octavo informe anual sobre la democracia 2024 del Instituto Variedades de Democracia (V-Dem), organizado por el Departamento de Asuntos de Ciencias Políticas de la Universidad de Gotemburgo.

El informe 2024 publicado el jueves pasado señala que hay una tendencia a la “autocratización” con países que habían tenido avances democráticos y que experimentan retrocesos.

El estudio señala que 42 países están en proceso de autocratización, un proceso contrario a la democratización, que se da cuando los países se mueven hacia la democracia. Señala entre estos a El Salvador.

De acuerdo al informe, el 86 % de los latinoamericanos vive en democracia, pero el 24 % vive en un zona gris, en el límite inferior. Las autocracias son relativamente menores: Cuba, Nicaragua y Venezuela, el 10 % de población en la región. Los indicadores están relacionados con elecciones limpias y libertades.

En V-Dem participan más de 4,200 académicos de más de 180 países y el índice de democracia incluye más de 60 índices y 500 indicadores.

El informe V-Dem

El Salvador está en el listado de países calificados como “autocracias electorales” y con tendencia a empeorar. Está junto a países como Bangladesh, Egipto, Iraq, Pakistán, Venezuela y Nicaragua. En la siguiente categoría están “las autocracias cerradas” y las dos mejores categorías son las democracias electorales y arriba, las democracias liberales, en donde están países como Dinamarca, Estonia, Alemania, Japón, Estados Unidos, Canadá y Francia.

Países como Guatemala, Honduras y México están en una zona gris.

El informe indica que El Salvador se estaba democratizando lentamente desde 1992, logró una democracia electoral en 1998, continuó hasta 2014 pero empezó a revertirse desde 2018. Ahora, El Salvador registra una disminución en el Índice de Democracia Liberal; y señala que “casi todos los logros democráticos de las últimas dos décadas han desaparecido a finales de 2023”.

El informe señala las detenciones arbitrarias en el régimen de excepción, ataque a sociedad civil, actores, periodistas, jueces, académicos y defensores de derechos humanos, desmantelamiento del poder judicial, maniobra para la reelección y la “reelección aplastante” en febrero de 2014.

Freedom House: “Parcialmente libre”

Un segundo informe, de Freedom House, ubica a El Salvador entre los países con retrocesos dramáticos en las libertades, con una caída de 24 puntos durante la última década, es calificado como “parcialmente libre”. El informe indica que se ha alterado significativamente las reglas electorales al violar una prohibición constitucional a la reelección presidencial inmediata, luego de la destitución de la Sala de lo Constitucional y de que la sustituta reinterpretara la Constitución.

“Híbrido”

En febrero de 2023, el régimen identificado en El Salvador era híbrido, es decir, con irregularidades en procesos electorales, falta de independencia judicial, acoso a periodistas, presiones a la oposición, corrupción generalizada y un débil Estado de Derecho, según la Economist Intelligence Unit (EIU).

En su informe publicado en 2024, El Salvador se mantiene como un régimen híbrido, tiene un puntaje de 4.71, bajando tres puntos, con una calificación de 5 en libertades civiles y 6.67 en procesos electorales y pluralismo.

Este informe también señala la reelección de Nayib Bukele y el aumento de las normas autoritarias. Así, El Salvador ocupa el puesto 96 de 167 países en este informe.

El régimen híbrido es definido como aquel que presenta irregularidades que no permiten un proceso libre y justo, con presiones del gobierno a candidatos de oposición y acoso a periodistas, corrupción generalizada en el gobierno, un Estado de Derecho débil, falta de independencia del Órgano Judicial y debilidades en participación política, funcionamiento del gobierno y cultura política.