Originaria de El Caulotillo, municipio de El Carmen, La Unión, Elsy Flores Ayala, vive en Washington, Estados Unidos, junto a su esposo y sus tres hijos de 24, 22 y 18 años, dos con títulos universitarios en ciencias matemáticas e ingeniería mecánica, y dos nacidos en la nación norteamericana.

Se fue hace 23 años a Estados Unidos, iban de paseo junto a su esposo pero luego de los terremotos de 2001 escucharon del programa del Estatus de Protección Temporal (TPS). “Teníamos una hija, El Salvador no se veía muy bien en el aspecto de las maras, decidimos quedarnos y aplicar”, cuenta a Diario El Mundo.

Junto a dos de sus hijos, Elsy decidió ser parte en la demanda conocida como “Ramos versus Mayorkas” contra la orden emitida por Donald Trump para finalizar el TPS para ciudadanos de El Salvador, Haití, Nicaragua, Sudán, Honduras y Nepal.

A petición de los demandantes, la Corte del Distrito 9 en Seattle analiza la legalidad de la orden de Trump y desarrolló una audiencia el pasado 22 de junio. Elsy estaba presente, como una de las demandantes que buscan protección judicial para que un gobierno no vuelva a suspender el TPS y como integrante de la Alianza Nacional por el TPS.

¿Cómo vivió la audiencia?
Habíamos tenido una noticia de extensión de 18 meses, lo celebramos pero sabemos que no es suficiente. Sabemos que en cualquier momento pueden decir nuevamente que el TPS se quita nuevamente. Esta Corte nos llena de esperanza, ya que queremos seguridad para nuestras familias de que la corte nos asegure que las administraciones actuales o futuras no nos vengan a poner otra vez en una situación de incertidumbre, de angustia, de que nos van a separar de todo lo que nosotros hemos construido en este país, que es un país que ya hemos adoptado como nuestra casa.

¿Cómo decidió ser demandante en este caso?
Nosotros llegamos a esta Alianza Nacional del TPS por medio de unos amigos que cuando se llegó la administración Trump en aquella época se venía rumorando que había posibilidades de que el TPS terminara para nosotros.

El TPS nos había mantenido con una estabilidad fuerte, ni tan siquiera hablábamos con nuestros hijos sobre el estatus que teníamos, mi hija mayor tenía año y medio o dos cuando le aplicamos para TPS. Fue devastador principalmente para mi hija mayor porque ella empezaba su primer año de universidad cuando empezó a darse cuenta que no tenía las mismas posibilidades que otros muchachos nacidos en Estados Unidos o residentes permanentes. Poco a poco se le fue hablando pero el momento crucial fue cuando se cortó para todos nosotros.

Fue devastador principalmente para mi hija mayor, empezaba su primer año de universidad cuando empezó a darse cuenta que no tenía las mismas posibilidades. Pero el momento crucial fue cuando se cortó (el TPS) para nosotros”.


Fue duro...
Fue duro porque pensamos: nosotros tenemos una vida, mi esposo tiene todo el tiempo de trabajar en una compañía, tiene beneficios que va a perder, perdemos todo y, en primer lugar, nosotros llegamos jóvenes acá, no tenemos nada en El Salvador, en ese momento fue duro. Nos reunimos, recibimos llamadas, la gente sabía lo importante que era para nosotros tener el TPS. Mis amigos nos hablaron acerca de que la Alianza estaba en busca de una familia para entablar una demanda en puntos como la separación de familias, el racismo y cómo nos quitaron el TPS sin argumento. Nos sentamos con mis hijos, estaban pequeños pero desde ese momento empezaron a entender que teníamos que luchar juntos para lograr algo. Fue muy difícil porque cuando hablábamos de decir esto va contra la administración Trump porque era un presidente tan racista, fue duro, pero empezamos a hablar y hablar y hablar, llegamos a la conclusión de ‘yo me anoto a esto’. Calificamos. Al principio no sabíamos a qué tantas cosas nos íbamos a enfrentar.

¿A qué tantas cosas se iban a enfrentar?
Posiblemente podríamos haber recibido ataques por parte de la gente del gobierno (de EE.UU.). La lucha no ha sido fácil porque en toda esta lucha de cinco años que hemos llegado en las cortes, es devastador, hemos hecho huelga de hambre, hemos viajado para hacer actividades, hemos estado en las calles de Washington, hemos hecho cabildeos. Yo no sabía la magnitud de todo. Yo creía al principio que solo ‘ponemos nuestros nombres’. Pero he aprendido lo que es el activismo, me ha fortalecido y he aprendido desde la comunidad que se alzó junto con nosotros porque, sin la comunidad que se llenó de coraje como nosotros, no estuviéramos hoy día hasta donde hemos llegado.

¿Qué dijo el representante del gobierno de Biden en la audiencia?
Ellos no querían que la audiencia llegara. Por eso hicieron el anuncio de los 18 meses, dicen que ya cumplieron con darnos 18 meses y que no querían llegar a esta Corte. Nuestros abogados alegan que necesitamos más porque, si el presidente Biden se va, quedamos igual, podría ser que venga Trump nuevamente. Esas fueron las alegaciones de ayer. (El representante de EE.UU.) decía que aceptó que Trump había hecho una decisión mala pero que nos está devolviendo como estaba el TPS, pero realmente eso no nos garantiza a nosotros.

Antes de la audiencia había habido negociaciones con el gobierno, demandantes, abogados, pero no llenaba las expectativas. Queremos que el TPS, aparte de que se mantenga, se extienda más”.


¿Cuándo se tendría una resolución y qué esperan ustedes?
Ayer vi una diversidad (en la audiencia), vi que algunos jueces querían que este caso se termine, pero de 11 jueces, veo una diversidad y presiento que podremos tener algo positivo, espero no me equivoque, pero lo presiento. Pero no lo sabemos, recuerden que la última vez esperamos con la Corte pasada casi dos años. Esperemos en un mes o 15 días, no lo sabemos todavía.

¿Ustedes esperan una protección judicial que les ampare en gobiernos futuros de cualquier suspensión del programa?
Exactamente.

¿Cómo les influyen a ustedes las campañas y los intereses políticos de diferentes colores de Estados Unidos y El Salvador?
Influencias políticas realmente de El Salvador no tengo mucho conocimiento, yo hace años no vivo en El Salvador. Pero, tú sabes, cuando están en elecciones, siempre el tema crucial es migración. Para nosotros, acá (Estados Unidos), es importante trabajar en ambos partidos, nosotros trabajamos y queremos algo que sea bipartidista. Nosotros lo que queremos es que, si el republicano o el demócrata está a ponerse la camisa y tomar decisiones, por ejemplo, ahorita propuso una ley, es así como se trabaja, nosotros siempre cabildeamos a ambos lados y frente al gobierno estamos abiertos como comunidades tepesianas.

¿Qué mensaje le daría al salvadoreño común, que no está organizado o que se estanca en un limbo legal y tienen miedo de ser estigmatizados como ilegales?
Mira, no hay nadie ilegal, somos inmigrantes, yo les diría que no tengan miedo, que nuestras voces sí se hacen valer, que tanto ellos como nosotros y como todas las comunidades migrantes necesitamos de una estabilidad en este país, nos armamos todos y levantamos nuestras voces en lo que queremos, porque todos queremos un mismo objetivo, que es tener una permanencia en este país, que se llenen de valor, que luchemos juntos, que yo les puedo decir mi experiencia, yo era una persona que al principio tenía miedo a todo, no me gustaba ni tan siquiera ni la cámara, pero yo estaba haciendo valer mis derechos, porque los merezco y no soy diferente porque tengo TPS a un salvadoreño que no tenga nada. Aquí la lucha se pone junta y lo vamos a lograr. Que nos armemos todos juntos de valor a seguir luchando aquí en las calles de Washington, donde sea que nos toque que luchar, a gritar en ese Congreso, porque la situación con las elecciones se van a venir poniendo un poco más difíciles pero no nos pueden quitar todo lo que hemos construido en este país, que es nuestra oferta laboral.

¿Qué esperanza tiene de una reforma migratoria?
Para nosotros es seguir trabajando, siguiendo cabildeos, sabemos que las cortes nos favorecen con tiempos, el trabajo que nos espera para los próximos meses como Alianza es seguir empujando y seguir hablándole al congresista que es lo que realmente necesitamos. Hemos ganado, hemos ganado, hemos tenido cinco años de lucha fuerte, tenemos 18 meses más, eso significa que podemos tener más y podemos tener más de una reforma migratoria.