Sin embargo, sostiene que la propuesta atenúa las penas si los victimarios dicen la verdad y piden perdón, pero advierte otros borradores que mantienen la “línea roja” de no permitir cárcel.
Señala “secretismo” de la Comisión de Justicia de la Asamblea Legislativa y defiende su propuesta presentada hace un año. “Esta propuesta que presentamos hace un año a esta comisión fue trabajada por comités de víctimas que representan a víctimas de todo el país, de tortura, de masacre, de asesinato, de desapariciones, de presos políticos y organizaciones de derechos humanos que somos parte de los tres espacios”, explica.
¿Las víctimas que ustedes representan provienen de los bandos o son civiles?
Fundamentalmente las víctimas provienen de de por los hechos cometidos por los hechos cometidos por los escuadrones de la muerte, grupos paramilitares y la Fuerza Armada. Las víctimas todas son civiles.
¿Ninguna pertenece a ningún bando?
No. Son víctimas directas o familiares de víctimas de masacres. Son miles. Es un grupo muy representantivo de las víctimas del conflicto armado. Están registradas en sus comunidades.
Solo han sido promesas, que iba a responder a las víctimas. Han pasado ya varios meses, las víctimas siguen muriendo, los victimarios siguen muriendo y no hemos conocido ni siquiera un borrador”.
¿Cuál es la característica única que tiene el proyecto de ley de justicia transicional que ustedes proponen?
Repetimos lo que la misma Sala de lo Constitucional mandató. Primero, que tiene que ser una ley de justicia transicional, que cumpla con los cinco elementos de la justicia transicional, memoria, verdad, justicia, reparación, memoria histórica y todo lo demás. El relator especial para la justicia transicional de Naciones Unidas que vino dijo esta ley, si es buena, tiene que respetar respetar esos parámetros internacionales. Las víctimas son el centro, las asambleas anteriores no tenían a las víctimas como el centro. El segundo elemento central es que la ley recoja que las víctimas son el centro y que por lo tanto debe responder a sus intereses, no a los intereses políticos o intereses personales.
¿Por qué cree que las víctimas no eran el centro en los proyectos de ley de justicia transicional anteriores?
Los anteproyectos de ley que se habían presentado en la misma Asamblea Legislativa decían que habían dos líneas rojas, una línea roja es que las personas que habían cometido crímenes de lesa humanidad y que tuvieran más de 60 años ya no podían ir a la cárcel, se le podía dar una serie de medidas sustitutivas, a lo mejor ir a barrer el parque de Catedral o el parque Cuscatlán o a pintar las caritas del Tín Marín, pero había línea roja que decía no cárcel para los perpetradores de crímenes de lesa humanidad, no decía así, pero era no cárcel. Y la otra, en el tema de la reparación, si bien es cierto le corresponde al Estado pagar, indemnizar, reconocer, los victimarios habían planteado de que no les podían afectar su patrimonio personal porque era su proyecto de vida.
Pero la pregunta es, en el caso de la masacre de El Mozote, ¿cuántos proyectos de vida fueron destruidos?
El otro tema de fondo era que, desde el Ejecutivo y la Fuerza Armada, no colaboraba con los archivos militares, la Sala de lo Constitucional dijo que, si no existían archivos militares porque los habían destruido y eso es un delito, tenían que ser reconstruidos. Hay información administrativa como cuánto de combustible se le puso a los helicópteros que fueron a tal masacre o a tal viaje, esa información administrativa que no pone en peligro la seguridad del Estado. El problema es que nunca se entregó la información de los archivos militares, ni reconstruir por lo menos.
Nosotros hemos sabido también que el vicepresidente ha presentado su propuesta (de justicia transicional). Hay cuatro propuestas presentadas. Activas”.
¿Qué tan punto de honor es la cárcel para la Mesa contra la Impunidad?
La víctimas plantean de que sí debe castigarse ejemplarizantemente a la gente que cometió esos crímenes de lesa humanidad. Las víctimas plantearon que, si una persona es juzgada, entrega la verdad, etcétera y le toca cárcel, tiene que pagar con cárcel. Además, es parte del proceso de justicia transicional, el castigo es proporcional al hecho que se cometió. ¿Cómo es posible que alguien cometió una masacre como la de El Mozote, el caso de los cuatro periodistas holandeses, un crimen de lesa humanidad, no responda? Si mataron a cuatro periodistas y no tengo ningún castigo, ¿qué importancia va a tener cualquier vida de otro periodista?
¿Ustedes quieren que el juez decida y que la ley no cierre la posibilidad de prisión?
La misma ley plantea inclusive hasta reducción de años fíjese. Hasta en eso son muy benevolentes las víctimas.
¿El proyecto de ley?
Las mismas víctimas plantean que, si alguien dice la verdad, pide perdón, hay atenuantes. Mire lo tan buena gente que son las víctimas.
¿Pero no cierra de tajo, desde la ley, la pena de prisión?
No. La ley plantea que hay cárcel. El proyecto nuestro plantea que debe haber cárcel si es proporcional al daño que hubo a las víctimas. Le puedo contar el caso de los periodistas holandeses, hay cuatro familias afectadas. La mayor exigencia (de familias y del gobierno de Holanda, que acompaña a las víctimas) es conocer la verdad. Hay mucha de la verdad ya conocida, el informe de la Comisión de la Verdad, es uno de los 32 casos, desclasificados de Estados Unidos, documentos del Reino de los Países Bajos, se sabe quién quiénes estuvieron en la planificación, cómo fue el proceso, la decisión para emboscarlos y cómo se conformó la patrulla del Batallón Atonal para mandarlos a masacrar y quién dirigía todo eso, se tiene nombres. La Comisión de la Verdad incluyó el caso de los periodistas holandeses porque hay tres declaraciones juradas de gente que estuvo allí en el proceso de planificación de la masacre de los periodistas, lo que hay es mucha verdad, pero los familiares quieren encarar a la persona principal, el coronel Reyes Mena, para preguntarle por qué tomaron esa decisión, por qué esos periodistas y creo que los familiares tienen derecho a conocer toda la verdad. Hay familiares que plantean que, si él pide perdón, se le puede atenuar la pena, pero hay familiares también que lo quieren ver tras las rejas como forma de decirle al mundo: no se puede andar matando periodistas. En su mayoría la posición central es que pague de acuerdo al crimen cometido y es un crimen de guerra, es un crimen de lesa humanidad.
Yo creo que (la diferencia) es el tema cárcel, yo creo que se mantiene la línea roja (en nuevos borradores de justicia transicional). O sea, los victimarios no quieren cárcel”.
Esta legislatura no ha mostrado un discurso de perdón y es muy crítica de sus antecesores. ¿Qué les hace mantener desconfianza?
Solo han sido promesas, que esto iba acelerarse, que iba a responder a las víctimas, han pasado ya varios meses, las víctimas siguen muriendo, los victimarios siguen muriendo y no hemos conocido ni siquiera un borrador ni propuesta de ley de ellos.
En segundo lugar, dijeron que las víctimas eran el centro y que les iban a consultar, lo primero que hicieron fue estigmatizar a un conjunto de organizaciones de derechos humanos y de comité de víctimas que históricamente hemos venido trabajando por que se haga justicia en los crímenes de lesa humanidad. Estigmatizarlos es contrario a lo que ellos plantearon, los comités de víctimas y organizaciones invitadas entregaron este anteproyecto y les dijeron: miren, si quieren mejórenlo, ahora en octubre se cumple un año. Este documento inclusive lo hemos consultado con personeros representantes de Naciones Unidas que tienen que ver con justicia transicional.
¿Nunca lo presentaron a una instancia del Ejecutivo como Félix Ulloa?
No, él no legisla. Nosotros hemos sabido también que el vicepresidente ha presentado su propuesta. Hay cuatro propuestas presentadas.
¿Activas?
Activas.
¿No se conocen públicamente?
No. Se conocen, nada más pero no han sido distribuidos como tal. Los tenemos y estamos haciendo un estudio comparado de los cuatro anteproyectos y el tema del secretismo de la Comisión es otro elemento que nos preocupa porque supuestamente es una comisión abierta a este proceso de búsqueda de verdad y justicia.
¿Cuál es la diferencia entre este y los otros proyectos de justicia transicional?
Yo creo que es el tema cárcel, yo creo que se mantiene la línea roja. O sea, los victimarios no quieren cárcel.
¿Quieren sellar de nuevo la cárcel en la ley?
Sí. Hay víctimas que dicen ‘yo, con solo que me pida perdón y reconozca que lo que hizo no se debe hacer’, hay víctimas que dicen ‘quiero conocer la verdad pero que pague por lo que hizo porque, si no paga por lo que hizo, esto se puede seguir cometiendo más adelante’. Yo le voy a decir mi experiencia personal: cuando yo he asistido a las audiencias sobre El Mozote, yo no veo que ese conjunto que están puestos como víctimarios, los más de 16 militares de alto rango, tengan una expresión de solidaridad, de condolencia, de respeto, hacia las víctimas que están allí a un metro de ellos.
Cuando he asistido a audiencias de El Mozote, yo no veo arrepentimiento, no veo que tengan la capacidad de pedir perdón ni de decir toda la verdad. Ahí la ley tiene que jugar”.
¿De arrepentimiento?
Yo no veo arrepentimiento y, si no veo arrepentimiento, no veo que tengan la capacidad de pedir perdón ni de decir toda la verdad. Entonces, ahí creo que la ley es la que tiene que jugar. Por eso es que se le exigió a la asambleas anteriores y no lo hicieron después de seis años y se le exige a esta Asamblea Legislativa que nos dé un marco jurídico para que se puedan legislar bajo estos parámetros de justicia transicional estos hechos de violencia que ocurrieron hace años. Es la exigencia central porque así los jueces van a poder tomar la decisión escuchando a todas partes a través de juicios que se van a establecer por demanda de las víctimas.
El perfil
Óscar Pérez, Presidente director de la Fundación ComunicándonosLa Fundación Comunicándonos y la Asociación Salvadoreña por los Derechos Humanos (Asdehu) representan a las familias de los cuatro periodistas holandeses asesinados ante la justicia salvadoreña.
Estudios: periodista salvadoreño, estudió en la Universidad de Panamá, estudió filosofía en la Universidad Iberoamericana de México y derecho.
Experiencia: fue fundador de Asociación de Radios y Programas Participativos de El Salvador (ARPAS), dirigió la Oficina de Coordinación, de Dirección y de Gestión Administrativa de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias para América Latina y el Caribe, en Quito, Ecuador, y fundador de la Fundación Comunicándonos.