Los dos diputados de Alianza Republicana Nacionalista (Arena) votaron en contra.
Los registradores son los funcionarios que tienen el poder para incluir en el Registro del Estado Familiar los nacimientos, matrimonios, defunciones y otros actos jurídicos que sucedan en torno a todos y cada uno de los ciudadanos de El Salvador.
En la normativa aprobada por los diputados, la Asamblea Legislativa había dejado la posibilidad de que cada concejo municipal decidiera la cantidad de registradores por municipio, y que estos pudieran no ser abogados si recibían una capacitación.
Con las observaciones de Bukele, se estableció que “habrá un solo Registro del Estado Familiar por municipio, que contará con un solo registrador, quien será el responsable de su administración y organización, y podrá asistirse del personal necesario para la realización de sus funciones a través de las oficinas del registro a su cargo establecidas en los distritos” y que "los registradores del Registro del Estado Familiar deberán ser abogados de la República".
Estimo necesario definir obligaciones y competencias concentradas directamente en los municipios, ello, en el sentido de contar con un solo Registro del Estado Familiar por municipio... Los registradores del estado familiar podrán asistirse del personal necesario para la realización de sus funciones a través de las oficinas registrales establecidas en los distritos".
Observaciones de Nayib Bukele a la ley.
Inicialmente, los diputados habían establecido en el artículo 10 que si en la municipalidad no se contaba con registrador de estado familiar, "dichas funciones serán ejercidas por el jefe del Registro del Estado Familiar o por el director municipal del distrito, el cual podrá ser abogado de la República o estar debidamente capacitado", disposición que, al aprobar las observaciones, quedó eliminada.
También fue suprimida una de las atribuciones del jefe del Registro del Estado Familiar de "capacitar a los directores municipales de distrito".
Los diputados aceptaron las observaciones de Bukele, sin ninguna modificación u opinión.