Cuando el sol cayó, también los ánimos de los miembros de las juntas receptoras de votos (JRV) de la avenida Olímpica, en San Salvador.

Marcaron las 5:00 de la tarde en el reloj cuando se permitió el ingreso al último votante al recinto donde el hedor de las alcantarillas se hacía más penetrante a medida la noche se hacía presente.

Una a una, las mesas de las juntas comenzaron el conteo de votos, primero de presidente y después de diputados. La alegría era notoria cuando sacaban las papeletas y en algunas juntas hacían coro al leer “voto de Nuevas Ideas”.

Como era de esperar, los votos nulos intencionales eran el centro de atención. El primero que salió decía “La reelección es ilegal”. Inmediatamente un miembro tomó la papeleta y la escondió alegando que está prohibido, a lo que otro integrante respondió con ironía “no es delito mostrarlo”.

Otro de los votos nulos decía “Feliz año” y el más hilarante: “Para que me mientan ellos, mejor me quedo con las mentiras de mi ex”.

En otra mesa de conteo se escuchó a todo pulmón a un joven decir: “¡Ese voto es nulo!”. El tema en cuestión: en la papeleta se marcó el rostro del candidato Nayib Bukele con la frase “viva Nayib”.

Fallas.

Cerca de las 8:00 de la noche, los delegados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) comenzaron a entregar las cajas para la transmisión de datos a las juntas que habían culminado el conteo. Sin embargo, los módems no cargaban el internet inalámbrico.

Al rosario de problemas se sumó la falta de extensiones, papel e infraestructura para proyectar la transmisión de información. La molestia se hizo presente entre los miembros que, a las 9:00 p.m., aún no podían iniciar el proceso.

“Pongamos internet desde nuestro teléfono”, bromeaba una de las integrantes de las juntas receptoras. A su costado, otra miembro se quejaba que la batería de la computadora había fallado.

Uno de los técnicos de informática del TSE sugirió comenzar la transmisión en una sola computadora, junta por junta. “Nos vamos a ir en la madrugada”, se quejaba una de las integrantes.

Las fallas en la transmisión se evidenciaron en la demora en las actas procesadas, que hasta las 9:00 p.m. solo iban 1,182 de las 8,562.

Cerca de las 10:00 p.m., en el centro de votación-donde emitió el sufragio el presidente Nayib Bukele-, lo único que quedaba era el desánimo entre los miembros de la JRV. Hasta la mayoría los baños se había llevado.

Transmisión de datos a pasos de tortuga

Después de realizar el conteo de papeletas, las juntas receptoras de votos no lograron avanzar con la transmisión de datos por fallas en las conexiones de internet. Tampoco tenían conexiones para energía eléctrica.

5:00 p.m.
Cerraron los centros de votación y comenzó el conteo de papeletas. Primero de las presidenciales y luego para los diputados.

8:00 p.m.
En la avenida Olímpica se comenzó a entregar los equipos de transmisión. No se contaba con todo el equipo distribuido por el TSE.

8:30 p.m.
La primera junta receptora en instalar el equipo reportó problemas: no tenían dónde proyectar y el modem no funcionaba.

9:00 p.m.
Ninguna de las juntas receptoras había podido enviar las actas procesadas. Aún había mesas realizando el conteo de papeletas.

Cortesía
Cortesía


Votos nulos con mensajes hilarantes

Simulando a un vídeo popular de las elecciones pasadas, los miembros de las juntas receptoras gritaban “ese voto es nulo” cuando encontraban una papeleta con escrituras.

Entre los mensajes había contra la reelección del presidente Nayib Bukele, insultos o comentarios como “Para que me mientan ellos, mejor me quedo con las mentiras de mi ex”.

Retrasos en la entrega de cajas por el TSE

A medida que las mesas receptoras de votos avanzaban con el conteo de papeletas, los delegados de la FGR, los observadores electorales y representantes del TSE advirtieron que las cajas para la transmisión de datos no estaban completas para el centro de votación en la avenida Olímpica.

Tampoco tenían conexiones eléctricas y falta papel.