En su escrito, explicó que en las Constituciones hay una “prohibición inalterable” de la reelección y manifestó que le es “sumamente difícil, sino imposible” votar en contra o a favor porque sus estudios y experiencia no le permiten “realizar ese viaje intemporal”.
“Todos sin excepción estaremos sometidos, tarde o temprano, al infalible juzgamiento de la historia... Un juez que se precie de tal no debe sucumbir ante los clamores o presiones provenientes de poderes fácticos”, añadió el funcionario en su voto de abstención.
Luego exhortó a los magistrados a no alentar la “venganza y castigo” contra “aquellos” que no piensan igual.
Olivo recordó que una reforma constitucional requiere dos votaciones de dos distintas legislaturas y que el nombramiento de la actual Sala de está “atado” a una destitución declarada inconstitucional por los magistrados depuestos.
El magistrado, el único que se abstuvo de votar por la inscripción de Nayib Bukele como candidato presidencial, sostuvo que los magistrados del TSE “no deben estar sujetos a presiones de ninguna naturaleza” que condicionen sus decisiones.